miércoles, 16 de julio de 2014

Episodio CLXXII

He estado haciendo pruebas con el contador de tiempo, y la verdad, estoy peor que al principio. Dejé un día el documento abierto para ver si subía el contador, y en efecto, subía, alcanzó los 73 mil y mucho. Sin embargo, al día siguiente vi que había bajado a 71 mil (supongo que para descontarlo, por lo que sí tendría constancia de cuando escribo y cuando) y ahora que he terminado este episodio 172 vuelve a estar en 72 mil y algo, que curiosamente, es más o menos la misma cantidad que cuando escribí el anterior xD Así que eso, no sé que pensar...

Tamaño: 6

Episodio 

CLXXII

R
eik y Shawn contemplaba cómo el lago, apenas recién destruido unos segundos antes, del que sólo quedaba un agujero seco y vacío, volvía a llenarse de agua, salvo que esta vez, era agua salada.

Su campo de batalla estaba cerca del mar, e inmediatamente dejaron a un lado su trifulca y volvieron la cabeza hacia las aguas, para descubrir la nube de fuego que rodeaba el lugar del impacto del meteorito. Nada más verlo, el caballero del rayo supo de quien se trataba.

“Eso de ahí son… Fidel y Mesa, ¿verdad? Captó las energías de los demás perfectamente, y las suyas son las únicas que faltan. Tienen que ser ellos”.

“Parece que el pequeño caballero está cumpliendo su papel”.

“Es cierto, tú estuviste entrenando a Fidel. Dices que era necesario que alcanzara cierto nivel para despertar la esfera elemental en su interior, pero estoy seguro de que ya llego a ese punto hace mucho tiempo. Sin embargo, aceptaste entrenarle y parece que le está causando más que problemas a Mesa, ¿por qué?”

“Eres muy agudo, caballero del hielo. En efecto, el caballero de la tierra ya alcanzaba el nivel suficiente para despertar la esfera elemental cuando vino solicitando mi ayuda. Al principio, me negué porque no era necesaria mi intervención, pero cuando me enteré de que se había enfrentado a Mireia para llegar hasta mí, le miré a los ojos y comprendí sus verdaderas intenciones con este combate”.

“¿Sus verdaderas intenciones? Simplemente quiere vengarse porque Mesa se cargó a la que se estaba tirando, o al menos eso escuché”.

“Cuando el odio entra en tu corazón, ya es casi imposible que salga. Aunque esa fuese la razón inicial, con el paso del tiempo, su odio ha ido creciendo, ha ido evolucionando, y le ha hecho buscar algo más que una simple venganza. Lo que el caballero busca es la razón de su existencia. Por eso le ayudé. Porque vi que su búsqueda podía ser útil para cumplir mis órdenes”.

“Si acabas de decir que tu intención no era necesaria, ya habías cumplido logrando que Fidel llegara al nivel mínimo de poder necesario para despertar la esfera elemental”.

“Pero no olvides que esos eran los objetivos de Mesa, y yo no estoy a las órdenes de Mesa. En cuanto el caballero de la tierra llegó a tener el poder suficiente para Mesa, se me asignaron nuevas órdenes. Órdenes que debía cumplir yo, pero que dejé que el caballero de la tierra cumpliera por mí”.

“¿Quieres decir que…?”

“Ese combate no debe tener un ganador, ¡sino dos perdedores!”.

El rostro del caballero del hielo palideció al comprobar la crueldad de su adversario hasta para con sus propios aliados.

“Tú… ¿Qué hiciste con Fidel?”

“Nada que él no quisiera. Únicamente le di la herramienta que necesitaba para, por lo menos, tener alguna posibilidad. A pesar de sus esfuerzos y su progreso, ganar a Mesa, o incluso tan sólo enfrentarse a él en igualdad de condiciones era algo inalcanzable para él. En circunstancias normales, Mesa habría acabado con él de un golpe, por mucho que yo le hubiera entrenado, digamos, con métodos convencionales”.

“Te vuelvo a repetir – al ver que no le bastaba con las palabras, le apuntó su espada – ¿Qué le hiciste?”

“Le enseñé una técnica prohibida que multiplica tu fuerza cada vez que caes derrotado. Sin embargo, como toda técnica prohibida, tiene sus riesgos. El portador tiene que tener la resistencia suficiente para aguantar la técnica, pues ejerce una enorme presión en el cuerpo que no todo el mundo es capaz de soportar. Nadie ha logrado nunca pasar de doblar su fuerza, y cuando no lo consigues, ésta te consume y mueres. No obstante, como el caballero de la tierra es especialista en resistencia, estoy seguro de que logrará triplicar e incluso cuadruplicar su fuerza. Eso sí, no sé hasta dónde llegará, pero necesitará multiplicar su poder por más de cinco si quiere tener alguna oportunidad contra Mesa”.

“Supongo que una técnica así tendrá un límite de tiempo, ¿qué pasa si Fidel no gana el combate a tiempo?”

“Oh, no, para nada. Esta técnica no tiene ningún límite de tiempo, es más, no se puede desactivar. Cuando el portador la utiliza, ya no hay vuelta atrás. Desde ese momento, sus opciones son ganar el combate o morir. Por eso, con suerte, esos dos se matarán mutuamente y me habré ahorrado algo de trabajo”.

“Entonces Fidel sólo tiene que ganar el combate antes de que la técnica se vuelva contra él. Si como dices su poder aumentará cada vez más sin límites, en efecto tiene más posibilidades de las que creía, y también explica el suceso que acabamos de presenciar. Ese chico no es muy listo pero resistir, resiste como nadie. Es posible que te lleves una sorpresa”.

“No lo creo. Toda técnica prohibida requiere de un sacrificio para activarse. El nombre de esta técnica es Mismo Destino precisamente porque los dos combatientes comparten final. La fuerza no se multiplica de forma mágica, es el espíritu de una antigua criatura mitológica, un antiguo dragón concretamente, quien aumenta su poder. Y al activarla, el portador ofrece su alma a la criatura, que la devorará al terminar el encuentro.

Ahora que lo pienso, creo que se me olvidó comentarle ese detalle al caballero de la tierra… Qué cosas… ¿Dónde tengo la cabeza…?” sonreía falsamente.

El caballero del hielo no respondió a su comentario. Se quedó cabizbajo, a la orilla del lago salado. Pensativo, sacó un paquete de tabaco, todavía precintado, y por tanto aun seco por dentro. Lo abrió cuidadosamente y sacó un cigarro que con mucho tacto se llevó a la boca, lo encendió y lo saboreó como si fuera el último.

“Tú… Eres un ser despreciable que no distingue entre aliados y enemigos, que mata sin compasión a inocentes; que manipula, engaña y utiliza a cualquier persona que le sea de utilidad a su antojo y los desecha cuando cumplen su cometido. Todo eso a cambio de una miserable cantidad de dinero y el regocijo de tus propios actos”.

“Gracias, ése soy yo”.

“Te has estado divirtiendo durante mucho tiempo a costa de los demás, pero eso se acabó. Pienso poner fin a tus movimientos. Ahora que ya he cumplido con mis objetivos, ¡acabar contigo será el próximo!”

“¡¡Jajajaja!! – Se mofaba su adversario – ¿Acabar conmigo un objetivo? ¿Y después qué? ¿Otra vez a vivir una existencia vacía y sin rumbo? No me hagas reír, tan sólo estás buscando un motivo de tu existencia ahora que ya no sabes qué hacer con tu vida. Yo te haré un favor a ti, caballero, ¡acabando con todos esos problemas emocionales!”

Shawn Stevenson se lanzó directo hacia Reik, quien le aguardaba pacientemente. Estaba seguro que Shawn lo sabía, pero la conversación le había servido para ganar tiempo y recuperar fuerzas. Es posible que todavía no estuviese al cien por cien, pero al menos se notaba con la fuerza y ganas suficientes para enfrentar a su oponente.

De nuevo, su objetivo iba derecho al cristal de hielo que protegía su letal herida. Él lo sabía y esto le permitió anticipar su movimiento. También le ayudó haber sufrido la fuerza de su adversario con tanta claridad, para saber que si no se empleaba a fondo estaba perdido.

Sabiendo todo esto, el caballero del hielo bloqueó el ataque de Shawn con el antebrazo, mientras le miraba a los ojos sonriendo.

“Eres muy… ¡predecible!” le gritó a la cara y acto seguido le dio un cabezazo en la frente, mandándole rechazado hacia atrás.

El caballero sabía que no podía tomarse ni un respiro, así que continuó la ofensiva de inmediato. De un derechazo en la cara le dio media vuelta en el aire al cuerpo de su adversario, y acto seguido dio un pequeño salto, una voltereta en el aire y cayó de culo sobre la espalda de su adversario, aplastándole aprovechando su corpulencia. No contento con eso, extendió el brazo y lanzó una onda de energía, tan potente como pudo, directa a la nuca de su objetivo, que desapareció inmerso en una enorme contaminación lumínica.

Al cesar el ataque, el caballero flotaba sobe un profundo agujero del que no podía ver el fondo, aprovechando de nuevo esos instantes de paz para recobrar fuerzas, pues sabía que para nada había acabado con su adversario.

Estuvo esperando el regreso de su oponente, que una vez más, no realizó ningún empeño por ocultarse. Enseguida sintió su energía acercándose, a gran velocidad, pero por una dirección distinta. Sentía que iba a aparecer desde las profundidades del lago, detectaba su energía moviéndose rápidamente.

Sin perder ni un segundo, el caballero se movió con rapidez hasta sobrevolar ligeramente el lago. Allí, descendió a ras del agua y posó su mano en la superficie, la cual se iluminó con una suave luz turquesa. Una vez más, el agua comenzó a congelarse y el hielo se extendió por toda la zona.

Shawn, que en esos momentos ya ascendía por debajo del agua, no fue capaz de detectar lo que estaba haciendo Reik y la congelación del agua le pilló de repente, paralizando su avance y dejándole atrapado en medio del glaciar.

“¡Hala! ¡Ahí te quedas!”

Pero en su interior sabía que no podía ser tan fácil, y no tardó en comprobarlo. Enseguida, el suelo de hielo que pisaba comenzó a agrietarse, mientras una intensa luz salía de las grietas. El caballero saltó de un acto reflejo y un instante más tarde el lago estalló en un montón de enormes pedazos de hielo que inundaron el lugar.

Shawn y Reik continuaron el combate, desplazándose saltando de un bloque de hielo a otro, mientras estos todavía permanecían en el aire. Decidido a seguir dándole uso a su elemento, el caballero saltó detrás de uno de los grandes trozos de hielo y lo mandó directo a su adversario de una patada.

Para no complicarse, Shawn directamente rechazó el gran pedazo de hielo de un manotazo, pero al hacerlo descubrió un segundo trozo detrás, ya demasiado cerca como para reaccionar. El caballero había lanzado dos pedazos de hielo seguidos para sorprender a su oponente y lo había logrado. El segundo trozo impactó de lleno contra Shawn, arrastrándolo con él.

En medio del aire, comenzó a presionar el bloque de hielo que lo arrastraba con sus propias manos, hasta que finalmente cedió y lo hizo pedazos, liberándose de su empuje. Al mismo tiempo, el caballero ya había iniciado una nueva ofensiva, pero él ya se había cansado de jugar.

El impacto había alejado a Shawn de la zona donde se precipitaban los pocos pedazos de hielo que quedaban en el aire, por lo que Reik saltó de uno a otro hasta que finalmente, en el último, dio un salto más grande, ya directo a su adversario. En el aire, desenvainó su espada y aprovechó la fuerza del salto y la caída para atacar con un espadazo vertical.

“Al final ha conseguido lo que quería – pensaba Shawn – Se ha empapado de su elemento y eso le ha hecho recuperar gran parte de sus fuerzas. Tengo que cambiar de estrategia…”

Rápidamente, cargó una onda de energía en una mano y la lanzó contra el caballero, que venía directo con su espada. Ya era demasiado tarde para detenerse o esquivar la onda, así que Reik simplemente siguió adelante y ejecutó su ataque sobre la onda de energía, a la cual cortó por la mitad. Cada una de sus partes fue desviada a un lado por el filo de la espada del caballero, y terminaron estallando a lo lejos, en medio del cielo.

El ataque de ambos había fallado y eso les dejaba en un punto muerto. Lentamente, descendieron hasta pisar la superficie de hielo sobre la que se encontraban. Se miraron mutuamente, esperando que el otro iniciara el siguiente movimiento para poder tener un segundo más de respiro. Finalmente, Shawn sonrió.

“Te felicito, caballero. A pesar de tu estado, tu terquedad me ha obligado a dar lo mejor de mí mismo durante algunos instantes. Estoy seguro de que en plenas condiciones eres un rival difícil de batir, pero ahora mismo estás en desventaja y pienso aprovecharlo. Esperaba no tener que desvelar mis secretos antes nadie, pero no veo otra forma de cumplir con mi trabajo. Presta atención, caballero, porque vas a ser testigo de por qué mis clientes y víctimas me apodan con el título de Muerte Invisible”.

Reik no se acobardó, pero se mantuvo alerta. Observó cuidadosamente a su adversario, hasta que se percató de que estaba desapareciendo. No era una desaparición instantánea propia de un rápido movimiento para esquivar, ni tampoco un cambio de posición para lograr un ataque sorpresa, no. Simplemente, mientras permanecía de pie y quieto, su cuerpo se fue desvaneciendo lentamente hasta que no quedó nada de él.

El caballero envainó su espada y se puso en guardia. Si ése era su poder, no había ningún problema, tan sólo tenía que rastrear su energía para localizarle. Tal vez le había funcionado matando a seres humanos débiles e inocentes, pero un auténtico caballero no tenía nada que temer.

Concentrado, trató de localizarle sin éxito. Sin embargo, algo le decía que las cosas no iban bien. No tenía ninguna prueba, era más bien un presentimiento. Sentía el filo curvo de la guadaña de la muerte abrazando su cuello, pero era muy extraño, porque no veía nada raro, no oía nada, y no sentía nada. En todo el lugar reinaba un silencio sepulcral.

“¿Qué pasa, caballero? ¿No puedes sentir mi energía? – dijo de pronto Shawn, aunque no fue capaz de localizar del todo el origen de la voz – No te esfuerces, porque no podrás por mucho que te esfuerces. Esta es mi técnica secreta que da nombre a mi apodo, ¡Muerte Invisible!”

“Ahora, el origen de la voz ha cambiado. Antes venía de otro lado – pensaba Reik – Se está moviendo para que no pueda localizarle tampoco por el sonido de su voz…”

“Te presento lo último que verás antes de morir. Nada. Me acercaré a ti sin que puedas verme y sin que puedas sentir mi energía. Tampoco te esfuerces en localizar mis pisadas, porque voy levitando, ni intentes escucharme acercarme, porque no hago el más mínimo ruido. Soy completamente invisible para tus sentidos, y además…”

La espada del caballero del hielo se desenvainó sola, sorprendiendo a Reik, que no le dio tiempo a reaccionar, y al instante también desapareció. En ese momento se escuchó una carcajada de Shawn.

“¡Todo lo que toco, también se vuelve invisible!”

El caballero del hielo se alteró al ver cómo le había robado impunemente la espada sin haber podido hacer nada para evitarlo, pero no tuvo mucho tiempo para lamentarse. Apenas unos instantes después sintió un fuerte pinchazo en el estómago. El cristal de hielo que cubría su herida se rompió y la sangre volvió a salir de nuevo. Enseguida, la espada se hizo visible de nuevo, mientras una risa siniestra de Shawn se escuchaba alejándose. Su adversario había utilizado su propia espada para atacarle, además clavándosela en el mismo sitio en el que le había herido antes.

Reik sabía lo que tenía que hacer, y tenía que hacerlo rápido. Se echó la mano a la zona herida para dormirla aplicando frío, y con la otra se extrajo la espada de un tirón. Sabía que era la mejor manera, se suponía que la zona estaba dormida y no le iba a doler, pero dio completamente igual. Al sacar la hoja, el caballero dio un sonoro grito de dolor y la sangre comenzó a salir a borbotones. La mezcla de dolor con la pérdida de sangre le hizo perder momentáneamente el equilibrio, cayendo al suelo de espaldas.

Sabía que estaba en medio de un combate y que no podía permitirse estar ahí tirado, así que se levantó como buenamente pudo y se dispuso a ponerse en posición de combate, sin tener todavía muy claro qué hacer a continuación, cuando de pronto sintió un nuevo golpe azotando su cuerpo. No fue capaz de ver de dónde vino ni con qué parte del cuerpo fue golpeado, simplemente sintió un golpe en la mejilla que lo arrojó al suelo de nuevo.

“Realmente, es un truco… Está claro que no puede atacarme y a la vez ocultar su energía – reflexionaba el caballero tras haber sufrido ya varios ataques – Lo que hace es simplemente aprovechar que es invisible para acercarse con su energía oculta y prepararse para dar el golpe, y manifiesta su energía única y exclusivamente en momento en que ataca. Cualquiera podría hacerlo, pero solo alguien que es invisible tendría la oportunidad de tomar las medidas necesarias para que ese intervalo de tiempo sea tan pequeño para que el objetivo no fuese capaz de detectarlo, ya que en un combate donde puedes ver a tu contrincante, su ataque y su energía se preparan mucho antes de acercarse tanto…”

A pesar de que sabía lo que estaba pasando, no tenía forma de remediarlo, y eso le causaba una gran impotencia. Cada vez que se ponía de pie, Shawn le golpeaba contundentemente y le volvía a tirar al suelo, mientras su estado físico empeoraba más y más a causa de su estómago, que ya había sido herido dos veces.

“Vamos Reik, piensa… – se decía a sí mismo – No puedes verle, no puedes sentir su energía, no puedes oírle, pero tiene que haber una manera… ¿Cómo puedo averiguar su posición? Tengo que descubrirlo pronto, o si no, moriré…”

1 comentarios:

Jon dijo...

Muy interesante el capítulo.

Reik y Shawn contemplaba cómo el lago(contemplaban)
“Si acabas de decir que tu intención no era necesaria(intervención)
Un saludo a todos.