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Episodio CLI
J
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onyo y el
Caballero Negro se encontraban frente a frente en lo alto del acantilado.
Blackron sonreía de una forma exagerada. Estaba eufórico y le temblaban las
manos de excitación. Sostenía su espada negra con un entusiasmo inigualable, sin
poder esperar el momento de lanzarse al ataque, y sin saberlo, la energía que
desprendía su cuerpo inconscientemente estaba empezando a aumentar al acercarse
el enfrentamiento inexorablemente.
No podía
aguantar más, saltó hacia delante y se lanzó volando a ras de tierra contra el
caballero, envuelto en un aura negra.
“¡Espera!”
Blackron paró en
seco, y un instante después, ya se estaba preguntando por qué había hecho caso
de las palabras de una persona a la que tenía intención de matar. Su espada
estaba a escasos milímetros de alcanzar la garganta del caballero, y en su
imaginación ya se estaba viendo su espada atravesando su cuello y saliendo por
la nuca mientras la sangre se deslizaba por la hoja. Sin embargo, se había
detenido, y todavía no estaba seguro de por qué.
“¿Qué pasa?
¿Tienes miedo?”
“No.
Simplemente… Quiero hablar”.
“¿Hablar? No
tenemos nada de qué hablar. Tú quieres evitar nuestro combate”.
“Te equivocas
Blackron. Hoy estoy aquí para enfrentarme a ti y derrotarte, pero antes de eso
hay cosas que quiero preguntarte, y si no hablamos primero no lucharé”
sentenció a la vez que clavaba su espada en el suelo en señal de tregua.
“¿Y a mí qué me importa?
¿Por qué debería hacerte caso?”
“Porque tú no
quieres simplemente matarme. Primero quieres derrotarme y humillarme,
demostrarme que has estado, estás, y seguirás estando por encima de mí en todos
los aspectos, como solías hacer antes. Y si yo no me defiendo y simplemente me
matas, tu venganza no será completa”.
El Caballero
Negro dudó unos segundos, y terminó retirando su espada de la garganta del
caballero, para después envainarla en señal de igualdad.
“Vamos… ¡Y que
sea rápido!”
Jonyo sonrió,
pero apenas le duró la alegría unos segundos. Enseguida se tuvo que poner serio
otra vez. Sabía que lo que tenía que decir ahora era delicado y que iba a
causar mucho dolor a ambos, pero aun así tenía que decirlo, tenía que
preguntarlo, tenía que saber la verdad.
“¿Por qué
mataste a Sandra?”
“¡¡¿De eso
quieres hablar?!! ¿Pretendes hacerme perder el tiempo? ¿Por qué haces una
pregunta cuya respuesta ya conoces? ¡Ya te lo dije aquel día cuando me vendiste
a los maderos!”
“No te hagas el
tonto. Eso ya lo sé. Lo que quiero saber es la verdadera razón”.
“Ya sabes la
verdadera razón, Sandra me había dejado por ser negro. Era un ser despreciable
que no merecía otra cosa que la muerte, y por eso fue castigada. En realidad te
hice un favor acabando con ella, seguro que te habría terminado dejando a ti
también”.
“Sandra sería
todo lo que tú quieras, pero si de algo estoy seguro, es de que no era racista.
Al fin y al cabo, fue mi novia durante varios años”.
“Jajaja – reía a
carcajadas – ¿Estás diciendo que mentí? ¿Qué ensucié el nombre de mi propia
raza por esa niñata? ¿Por qué iba a hacer algo así?”
“Por la sencilla
razón de que el verdadero motivo era más humillante para ti que el que nos
diste aquel día”.
La risa del
Caballero Negro cesó de inmediato, pero no dijo nada. Ni corroboró ni desmintió
las palabras del caballero.
“Voy a ser
sincero. Yo ya sé la verdad, pero quiero escucharla de tus labios. Así que te
doy la oportunidad de que me cuentes tu versión”.
Blackron
continuó en silencio.
“Como quieras…
Lo contaré yo. Sandra no te dejó por ser negro. ¡Te dejó porque nunca estuvo
enamorada de ti!” exclamó señalando a su amigo con su dedo acusador.
El caballero
pudo ver la reacción de Blackron al escuchar esas palabras, y se percató de que
estaba en el buen camino.
“Hace muchos
años, tú te fijaste en Sandra. Tu naturaleza salvaje te hizo lanzarte a por
ella sin esperar un segundo y enseguida cayó rendida ante tu cuerpo musculoso y
tu fina labia. Sin embargo, el amor fácil, fácil viene y fácil se va. A pesar de
haberla camelado con facilidad, no pudiste despertar en ella un sentimiento
verdadero que prolongara vuestra relación, y por eso terminó contigo. Ella no
te dio todos los detalles que tú querías y eso provocó que durante mucho tiempo
te torturases preguntándote cómo era posible que una chica hubiese escapado a
tus encantos.
Pasó el tiempo,
y con tu gran fuerza de voluntad, conseguiste superarlo. Sandra ya era el
pasado para ti y disfrutabas liándote con una cada semana como hacía yo. Sin
embargo, cuando ya habías conseguido dejar atrás tu frustración, Sandra empezó
a salir conmigo. Eso volvió a despertar los fantasmas del pasado, y decidiste
averiguar la verdad ahora que volvías a tenerla cerca.
El día que
salimos, Sandra se emborrachó tal y como tú contaste. En ese momento viste tu
oportunidad. Había pasado mucho tiempo, y sabías que ahora no tendría problema
en contártelo, que lo interpretaría como una pregunta sin importancia, que no
se daría cuenta de tus verdaderas intenciones.
Al fin obtuviste
tu respuesta, pero te arrepentiste de haberla conseguido. Lo que te dijo Sandra
no fue que tenía problemas con tu color de piel, sino que cuando estuvo contigo
ya estaba enamorada de otra persona, de mí”.
“¡Ja! – Ya no
pudo quedarse callado – ¡Es lo más absurdo que he oído en mi vida! Si eso fuese
cierto, ¿por qué iba a haber esperado tanto tiempo para irse contigo desde que
me dejó? Lo habría hecho y punto, pero no fue así porque su verdadero motivo
era mi raza. Que terminase contigo no tuvo nada que ver, fue una casualidad”.
“No se fue
conmigo por una razón muy lógica. Que estuviera enamorada no significa que
fuese tonta. En aquellos tiempos, yo estaba en una época muy promiscua, me
liaba con una cada finde sólo para poder presumir delante de ti. Me daban igual
las mujeres y sus sentimientos, sólo pensaba en mí. Por muy enamorada que
estuviese, ella sabía que una relación conmigo en ese momento era inviable. Además,
a mí me molaban todas. Sandra no estaba nada mal, pero tampoco llamaba
especialmente la atención, estoy seguro de que yo no habría dado nunca el
primer paso para iniciar esa relación. Es por eso por lo que pasó tanto tiempo
hasta que salimos. No me declaró sus sentimientos hasta que me volví un poco
más centrado, y no fue hasta ese momento cuando supe apreciarla como es debido.
En resumen, el
verdadero motivo por el que mataste a Sandra fue porque descubriste que te había
dejado por mí, y eso suponía una cosa que tú no podías permitir. Tu primera
derrota frente a mí, la perdida de tu título de amigo triunfador. Si eso salía
a la luz, tu superioridad quedaría en entredicho. Te entró el miedo. Miedo
porque eso sentara un precedente. Miedo porque yo empezara a superarte en todos
los aspectos y al dejar de verte como a un triunfador, perdiera el interés en
seguir tratando contigo. Por eso la mataste.
Pero te
equivocaste, no eras superior porque me ganaras en todas las actividades
deportivas, ni tampoco porque ligaras más que yo. Eras superior porque conseguías
todo eso dando lo mejor de ti en cada momento. Eso era lo que más valoraba de
ti y por lo que te admiraba. Me avergüenza saber que el hecho de que se hubiese
ido con otra persona en vez de con tu mejor amigo habría evitado todo esto.
Ese día,
vendiste tu honor a cambio de mantener tu estatus. No te diste cuenta de que no
eras menos que yo por los caprichos de una pivita, la ira te cegó y planeaste
tu asesinato, sin pararte a pensar que precisamente a través de ese acto te
convertiste en un ser inferior, un monstruo sin sentimientos incapaz de medir
la gravedad de sus actos. En el fondo no eras más que un joven que quería
mantener su vida y sus amigos, que creía que un pequeño cambio podía suponer un
giro completo de toda su existencia y, por lo que parece, tenías razón. La
prueba es la situación en la que nos encontramos ahora”.
Jonyo terminó de
hablar y los dos se quedaron callados durante un rato, pensando, recordando
todo lo que les había llevado hasta hoy.
“¿Cómo sabes
todo eso? – terminó rompiendo el silencio – ¿Os lo dijo Mesa, verdad?”
“No digas
tonterías. Ella era mi novia y tú mi mejor amigo. Os conozco perfectamente a
los dos. No necesito que ningún trajeado venga a decirme nada de vosotros. Pero
ya que sacas el tema de Mesa, aprovecho para hacerte mi otra pregunta, y espero
que esta vez colabores”.
“Ah… ¿Hay más?”
“Es sólo una
cosa más. Has estado desaparecido durante varios años. Todo el mundo te daba
por muerto, pero nunca encontraron tu cuerpo. El agente Swason coordinó varios comandos
de búsqueda para hallar tu cadáver, registraron las aguas bajo el acantilado, los
arrecifes, las costas de alrededor, todo… Lo sé porque varias veces me
obligaron a ir con ellos para identificar el cuerpo en caso de hallarlo, pero
eso nunca ocurrió. Quiero saber qué pasó entonces. Cómo te salvaste, cómo acabaste
convirtiéndote en el Caballero Negro, todo…”
“¿Qué te hace
pensar que voy a contarte eso?”
“Que tuviste la
oportunidad de matar a Kevin, a Mireia, e incluso al propio Arturo pero no lo
hiciste”.
“Ni tampoco al
pijo de las gafas que iba con un perro negro, pero claro, eso no lo sabe” pensó
Blackron.
“Finges seguir
las órdenes que te imponen pero en realidad haces lo que te da la gana. Mataste
a Seagram porque te daba igual y también nos importaba bastante poco a
nosotros, pero nunca quisiste matar a nadie que estuviera realmente relacionado
conmigo para que no interpretase que te cobrabas tu venganza con los demás. Me
querías a mí y sólo a mí. Por encimar de conseguir tu objetivo, quieres
conseguirlo de forma limpia, con tus propias reglas. Y la prueba final es que
te has detenido cuando te lo he pedido, porque quieres luchar cuando yo también
esté preparado, para que nadie pueda dudar de que tu victoria ha sido íntegramente
mérito tuyo”.
“No dices más
que tonterías… Está bien, te lo contaré, pero por otro motivo…”
El caballero del
rayo puso toda su atención. El misterio que envolvía a la desaparición de su
antiguo era uno de los temas que más le habían torturado en su interior en los últimos
tiempos. Su reaparición le había causado tanta aflicción como su desaparición,
y era el momento de descubrir lo que ocurrió aquel día.
“Ese día, cuando
caí desde el barranco de Petoria, derrotado por ti por segunda vez, había
abandonado toda esperanza de vivir. Mientras me precipitaba al vacío, pude ver
tu imagen difuminándose cada vez más, mientras los escombros que caían conmigo
me rodeaban poco a poco.
Me estrellé de
lleno contra los arrecifes, tal y como habías deducido. El impacto fue
tremendo, las rocas me rompieron los brazos, me partieron las piernas y me
fracturaron la columna. Después, los escombros que venían conmigo también
cayeron sobre mi cuerpo, causándome graves lesiones, golpeándome la cabeza con
fuerza y llegaron incluso a romper el arrecife sobre el que aterricé, hundiéndome
en el agua.
Sin embargo, su
cuerpo atlético impidió que todos esos golpes me arrebatasen la vida. Ensangrentado,
la corriente me arrastró brutalmente, haciéndome chocar contra todas las rocas,
hasta que fui tragado por un remolino y acabé en el interior de una cueva submarina,
escondida debajo de la isla”.
“Por eso nunca
encontraron su cuerpo…” pensaba el caballero.
>>Mi
cuerpo no respondía. Tan sólo pude dejarme llevar por la corriente, esperando
el momento en que se me acabara el oxígeno y con ello mi existencia. Pero el
destino volvió a decidir que no era mi momento de morir, y salí a una gruta en
el interior de la cueva en la que había aire.
>>Mi
situación no había mejorado mucho. Aunque podía respirar, no podía moverme, únicamente
flotaba a la orilla de aquella gruta, envuelto en la oscuridad. La sangre de
mis heridas escocía intensamente a causa de la sal del mar, y la sangre se
deslizaba por mi cara enturbiándome la vista. El dolor era tan fuerte que
terminé perdiendo el conocimiento, seguro que de jamás volvería a despertar.
>>Sin
embargo, lo hice. Desperté en una cama fría y oscura, con el cuerpo envuelto en
vendas y escayolas. En ese momento no lo sabía, pero Mesa había sido quien me
recogió y me curó.
>>No tardó
en aparecer. Me contó su vida, pero no le hice demasiado caso. Que si le habían
echado de ser profesor o no sé qué, y por eso estaba viviendo en aquella gruta,
alejado del mundo. También recuerdo algo extraño… Cuando contaba la historia,
daba la sensación de que lo que narraba había ocurrido hace mucho, mucho
tiempo. Más del de sus años de vida, muchos más.
>>Nunca le
entendí perfectamente, pero me sobraba con saber que simplemente estaba
cabreado por algo y se había retirado ahí a pensar. Como todavía no podía
moverme, tenía que estar aguantándole contar sus batallitas, bebiendo pacharán
y fumando puros todo el día, cuando lo que quería era largarme de allí lo antes
posible.
>>Pasaron
las horas, los días, y seguía sin poder moverme. Era demasiado tiempo como para
que algo como una anestesia siguiera surtiendo efecto, así que empecé a temerme
lo peor, así que finalmente tuve una conversación con él.
>>“Tu
columna vertebral ha sido gravemente dañada – me dijo – No podrás volver a
caminar nunca más. Tu cabeza es el único punto que puedes mover libremente”.
>>“No… –
me negaba a aceptarlo – ¡Eso es imposible! ¡Este cuerpo es perfecto! He
sobrevivido a la caída desde lo alto del precipicio, a la fuerza de las rocas y
a la furia de las olas. Estoy entrenado para aguantar todo esto y mucho más,
¡soy el gran campeón de mi instituto! ¡Nadie me gana nunca en cualquier
deporte!”
>>“¿Es eso
cierto chico? ¿De verdad dominas todos los deportes?”
>>“Sí…
Futbol, baloncesto, atletismo, natación, salto, volley, esgrima, tiro, tenis…
Nadie puede hacerme frente. Tengo fuerza, velocidad, precisión, ¡todo! ¡Un
golpecito en la espalda no va a poder acabar con todo eso!”
>>“¿Y tus
habilidades intelectuales son igual de buenas?”
>>“Eso ya
no lo llevo tan bien…”
>>“Lo
imaginaba… Te voy a ser sincero… Esto…”
>>“Blackron.
Mi nombre es Blackron”.
>>“Blackron…
Me han ofrecido un nuevo puesto de trabajo hace poco, pero a pesar de la
insistencia de la otra persona, he estado rechazándolo la proposición durante
bastante tiempo. Después de que me echaran de profesor, pensé que jamás sería
capaz de cumplir mi sueño… Pero ahora tú me has dado un poco de esperanza. Creo
que eres la única persona que puede conseguirlo. Dime, ¿vendrías conmigo a
cambio de llevarte a un sitio en el que puedan curarte completamente?”
>>“Si con
eso consigo volver a andar y a moverme libremente, haré lo que sea. Tengo que
volver ahí arriba a buscar a una persona”.
>>Accedí
sin rechistar. En efecto, esa oferta de trabajo no era de profesor, sino para
entrar la organización que lleva el Señor Oscuro. No sé qué quiere de Mesa,
pero tampoco me importa.
>>Me
llevaron en una silla de ruedas hasta una sala extraña, donde había una cápsula
de cristal con forma de huevo. Abrieron la cápsula, y me metieron en ella. Un líquido
verde azulado comenzó a inundar el interior, y antes de cerrarla de nuevo, me
pusieron una mascarilla para que pudiera respirar. Aquel líquido me inundó por
completo hasta llenar completamente la cápsula, y mientras estaba sumergido,
escuché las palabras de Mesa.
>>“Ese líquido
regenerará tus células, tu espina dorsal y tu sistema nervioso, otorgándote de
nuevo la capacidad de andar. Normalmente lo usan para curar heridas, pero también
sirve para esto; sin embargo, la regeneración conlleva mucho más tiempo. El líquido
también te proporciona nutrientes, así que no tienes que salir de ahí hasta que
te recuperes”.
>>Cerré
los ojos y comenzó mi tratamiento, pero nunca imaginé que tardaría varios años
en recuperarme. Fue una espera demasiado larga, pero funcionó.
El Caballero Negro
sintió la necesidad de moverse tras contar aquella historia. Se miró las manos
y comenzó a mover los dedos hasta cerrar el puño con fuerza. Tensó los brazos
para marcar músculos, los cuales quedaban perfectamente definidos a través de
su camiseta de tirantes ajustada, y terminó con unas sentadillas para calentar
las piernas.
“Jamás lo diría
delante de él, pero tengo que reconocer que ese cabrón me salvó algo más
importante que la vida. Por eso accedí a ayudarle cuando desperté de mi
letargo, a pesar de que lo que más ansiaba era acabar contigo. Le debía una, y
hoy se la pagaré, a la vez que me cobraré tu vida”.
El caballero del
rayo se había quedado sin palabras después de escuchar aquella historia. Claramente,
él nunca hubiera imaginado algo así después de verle en plenas condiciones otra
vez, tal y como le había conocido siempre.
“Si Mesa te lo
había pedido, ¿por qué no mataste a todas esas personas que dejaste con vida?”
“Mesa nunca me pidió
matar a nadie. Tan sólo me dijo que tenía que conseguir todas las esferas
elementales para convertirme en la forma de vida perfecta, y para eso, como ya
visteis, no es necesario matar a cada caballero.
El problema fue
cuando la organización comenzó a encomendarme asesinatos aprovechando mi
lealtad a Mesa. Tal vez él sí esté al servicio de la organización, pero yo sólo
estaba al servicio de Mesa, por eso no los maté. Desgraciadamente, con el último
tipo no tuve elección. Me estaban vigilando, porque ya estaban bastante
mosqueados por haber dejado a la chica con vida. No me decían nada, pero yo sabía
que lo sabían. Por eso tuve que matarle, para disimular”.
“Entiendo…”
“Pero todo eso
ya se acabó. ¡Es la hora de la verdad! ¡Estoy aquí para recuperar no sólo mi
superioridad, sino también para hacerte ver que soy un ser tan absolutamente
poderoso que no podrás ni soñar alcanzar jamás! ¡Y para demostrártelo, cumpliré
el sueño de ese idiota! ¡¡Seré el portador de todos los elementos oscuros y
después los usaré para aplastarte como a un insecto!!”
“No lo entiendo…
Si quieres tener todos los elementos antes de matarme, ¿por qué no has ido a
por mis compañeros antes de enfrentarte a mí como hiciste cuando te apoderaste
con los elementos del fuego, el agua y el viento?”
“¡Jajaja! No es
necesario que los derrote yo. Con que los derrote o los mate alguien ya puedo
extraer sus esferas elementales sin ningún problema. A estas alturas, Mesa ya
se habrá encargado de tu amigo el tonto, y la teniente estará haciendo lo mismo
con el caballero del hielo. Es una cuestión de tiempo. En realidad, ese fue el
verdadero motivo por el que accedí a tener esta conversación contigo. En
cualquier momento pueden llegar a mí los elementos del hielo y la tierra, y creo
que no es necesario añadir que yo haré lo propio con el elemento restante”.
“Un momento, ¿y
qué pasa con Gabriel? ¿No vas a hacerte con la rosa negra? Espera… La rosa
negra, pero si eso ya…”
“Parece que te
has dado cuenta tú mismo. Yo soy el único que puede utilizar los elementos
oscuros, pero ese tipo ya tiene en su arsenal un ataque con rosas negras,
¿sabes lo que significa eso?”
“No estoy
seguro, pero creo que me hago una idea… En cualquier caso, sigue siendo un
caballero, ¿por qué no quieres hacerte también con sus poderes?”
“Su elemento
tiene una naturaleza especial… Digamos que, en cierto modo, no puedo cogerlo”.
“¿Qué quieres
decir? ¿Qué oculta exactamente?”
“Me temo que eso
se lo tendrás que preguntar a él. Ahora, tú y yo tenemos un asunto pendiente. Mientras
espero a que me traigan los elementos del hielo y la tierra, disfrutaré arrancándote
el rayo de tus entrañas, y lo haré aunque tenga que dejarte agonizando primero.
Tranquilo, no quiero matarte hasta que me apodere del poder todos los elementos
oscuros”.
“No te
preocupes, no será necesario, porque yo… ¡te entrego mi elemento voluntariamente!”
Curiosidades!!!
Exactamente tal y como se lo encuentra Mesa al final del episodio 65, cuando el Caballero Negro aparece por primera vez.
2 comentarios:
Los capitulos que explican acciones ya pasadas son mis favoritos y evidentemente si es relacionado con mi personaje aún más, a si que de este caìtulo sólo puedo sacar cosas buenas. Buena imaginación la tuya, no me cansaré de repetirlo.
la ira te cegó y planeaste tu asesinato(su asesinato)
Por encimar de conseguir tu objetivo,(por encima)
El misterio que envolvía a la desaparición de su antiguo era uno de los temas (antiguo amigo)
Sin embargo, su cuerpo atlético impidió que todos esos golpes (mi cuerpo),está hablando black no??
seguro que de jamás volvería a despertar.(de que jamás)
sino para entrar la organización que lleva el Señor Oscuro(para entrar en)
no quiero matarte hasta que me apodere del poder todos los elementos oscuros”.8del poder de todos)
Un saludo a todos.
Es cierto, es MI cuerpo porque lo está contando el propio Blackron, pero claro se me ha colado, es lo que tiene llevar 1200 paginas en tercera persona xD
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