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Dedicado a: Roberto Asín
Episodio XXV
L |
os diez minutos de intervalo entre los combates estaban llegando a su fin. La gente se colocaba de nuevo en la zona más próxima al área que encontraba. Los caballeros estaban sentados en el césped, tristes y decepcionados, excepto uno, que se encontraba alegre y de pie.
“¡Sí, gané, el próximo combate es mío!” exclamó Gabriel.
“Tenía que haber sacado piedra” dijo Jonyo.
“No te preocupes, te dedicaré mi victoria”.
“Tampoco es necesario, no te molestes”.
“Que sí, que sí, no es molestia. Bueno, voy a ver quien es mi contrincante” dijo subiendo las escaleras.
“El caballero de la rosa, ¿me equivoco?” dijo una voz.
Gabriel se giró hacia el ring y vio a su adversario.
“Con que eres tú, Kevin”.
Kevin se encontraba frente a él, armado con su tridente.
“Aquel arma, ¿va a usarla aquí? – pensó Gabriel – entonces no debe ser un tridente cualquiera”.
El tridente constaba de una larga empuñadura acolchada con goma para un mejor agarre y el extremo eran tres puntas anchas y planas perfectamente afiladas que parecían sacadas de las hojas de tres majestuosas espadas. Kevin lo mantenía de pie, apoyado en el suelo. El tridente y él eran de la misma altura.
“Que de comienzo el combate” se escuchó por megafonía.
El público comenzó a gritar y a animar, esta vez sin tener un favorito. Gabriel y Kevin se pusieron en posición de combate y permanecieron quietos unos instantes.
“Está bastante delgado, pero tener que cargar con un arma tan grande le restará no sólo velocidad, también ataque ya que debe ser muy complicado manejarlo”.
“El caballero de la rosa, no le he visto nunca en acción, pero por el nombre puedo hacerme una idea de cómo serán sus ataques. Bueno, yo atacaré como siempre”.
“¡Adelante!” pensaron a la vez.
Kevin comenzó una ofensiva de rápidas estocadas con el tridente contra la cabeza de Gabriel, el cual las esquivaba moviendo la cabeza. Una vez se hartó de esquivar, se agachó y propinó a Kevin una patada en el pecho que le hizo retroceder unos pasos.
“¿Qué estás haciendo? Esto es un juego, aquí no se puede matar, pero tus ataques parecen más mortales que Mesa rodeado de gente en bañador y chanclas”.
“No digas tonterías, eres un caballero y yo un simple ciudadano. Si no me empleo a fondo no podré derrotarte, aunque te alcanzara con uno de mis ataques no te causaría demasiado daño. Así que deja de quejarte y ¡en guardia!”.
Kevin retomó su ofensiva esta vez contra el tronco de Gabriel. Tras haber sido esquivados varios ataques, Kevin intentó una estocada directa al pecho y Gabriel la detuvo sujetando el tridente por el extremo del mango. En esos momentos se produjo un pequeño forcejeo.
“Te lo tomas bastante en serio”.
“Aún no has visto nada”.
Manteniendo una de sus manos sujetando el tridente en el forcejeo, bajó la otra mano a la parte de abajo del mango y con un movimiento de rosca dividió la empuñadura en dos partes. En el extremo de la parte que había separado apareció la punta de una lanza y se dispuso a atacar a Gabriel.
“Mierda tengo que evitarlo”.
Kevin realizó un corte horizontal y Gabriel soltó rápidamente el tridente. Trató de esquivarlo saltando pero fue alcanzado en la pierna produciéndole un corte superficial que le rasgó el pantalón. Kevin volvió a unir los trozos de la empuñadura y regresó a la posición inicial de combate.
“Confirma mis sospechas, no es un simple tridente. Eres bueno”.
“Por supuesto, ¿crees que me el puesto de jefe de la Guardia Petoriana me tocó en un sorteo? Pues no, me lo gané a pulso. Hoy llevo a cabo mi trabajo con perfecta eficacia y, ¿sabes una cosa? Aún puedo hacerlo mejor”.
Aparecieron dos puntas más y el arma se convirtió en un tridente de cinco puntas estando cuatro simulando los vértices de un cuadrado y una última punta en el centro. La punta del centro dobló su longitud y por último, en el extremo de las puntas apareció un material blanco cristalino brillante.
“¿Qué es ese material?”
“Se llama diamante y es el mineral más duro del planeta”.
“¿Y qué pinta en tu arma?”
“Ahora lo verás”.
La parte superior del arma comenzó a girar a gran velocidad convirtiéndose en una auténtica taladradora.
“Esquiva esto si puedes” dijo Kevin y se lanzó contra él.
“Su velocidad ha aumentado de repente” pensó Gabriel.
La estocada iba directa al pecho de Gabriel y no parecía ser capaz de evitarlo. Como si de un reflejo se tratara, se movió hacia la izquierda y el arma penetró violentamente en su hombro derecho. La sangre y los trozos de carne se esparcían por los alrededores. Kevin continuaba ejerciendo presión y el arma continuó perforando el hombro hasta llegar al hueso haciendo saltar por los aires astillas del mismo junto a la sangre y a la carne. Gabriel gritó con tanto dolor que estremeció al público hasta tal punto que dejaron de animar durante aquellos instantes. Unos segundos después Gabriel consiguió liberarse, retrocedió unos pasos y se sujetó la herida. La sangre bañaba todo su brazo y caía al suelo a borbotones. Kevin retornó a su posición de combate inicial y el arma dejó de girar.
“Abandona, no tienes nada que hacer. Con esa herida lo único que conseguirás será sufrir inútilmente. Si te rindes serás curado de inmediato en el hospital”.
“¿Bromeas? No voy a rendirme por esto, además, ya es hora de que ataque yo”.
“Debería rendirse, eso no ha sido un simple golpe” dijo Fidel.
“Hay que reconocer que tiene agallas” dijo Arturo.
“No puede perder, tiene que dedicarme su victoria” dijo Jonyo.
“No os preocupéis, ganará – dijo Reik encendiendo un cigarro – dejadlo en sus manos”.
Mesa observaba el desarrollo del combate desde las filas del fondo con el pacharán en la mano.
“¿A qué está jugando? Tiene poder para barrerle en un momento y sin embargo no lo hace. Qué extraños son estos caballeros”.
“Aquí va mi ataque - dijo Gabriel y sacó una rosa de la manga - ¡ ahora verás!” exclamó y lanzó la rosa.
Kevin no se movió y la rosa fue directa hacia él. Cuando la tuvo cerca la rechazó con su arma, la rosa cayó al suelo y la pisó con energía.
“Parece que aún no lo entiendes”.
“Está bien, no quería sacar a relucir ataques poderosos porque sabemos que Mesa está en la ciudad, pero no me dejas otra alternativa. Aquí está – se lleva la mano a la manga - ¡la rosa negra!” exclamó al lanzarla.
“Buah, será lo mismo” dijo Kevin y se dispuso a rechazarla como la anterior.
Cuando la rosa estuvo a una distancia que Kevin pudo alcanzar, la golpeó con su arma y al hacerlo la punta central se rompió y dio varias vueltas en el aire terminando clavada en medio del área de combate mientras que la rosa negra continuaba avanzando hacia él.
“Mierda, esto va en serio”.
Esquivó forzosamente la rosa y ésta quedó clavada en el muro que limita el área de los participantes, asustando a las personas que observaban el combate desde aquella zona.
“Subestimar la rosa negra que atraviesa todo lo que toca te ha costado tu arma. Ríndete, esa punta era la más importante y puedo romper las otras cuatro de la misma forma”.
“Ya veo. Bueno, no importa. No sería un buen guerrero si me entrenara sólo con un arma” dijo Kevin sonriendo.
Las cuatro puntas restantes se desprendieron por sí solas cayendo al suelo y Kevin las apartó con una patada. En su lugar apareció en el extremo de su arma el filo de una guadaña.
“Maldición, ¿cuántos secretos esconde ese arma?”.
“Tendrás que averiguarlo”.
“No importa cuantos filos de distintas armas puedas sacar, los romperé con mi rosa negra” dijo lanzando otra.
La rosa avanzó sin ningún impedimento hasta la guadaña. La hoja cayó al suelo y la rosa quedó clavada de nuevo en el muro.
“¿No ha funcionado?”.
La hoja de la guadaña estaba unida al mango con una cadena.
“Lo siento, pero puedo aumentar el campo de ataque de mi arma ayudándome de esta cadena, y como ves así también la protejo, te presento la verdadera forma de mi arma”.
Kevin lanzó un ataque sin desplazarse enviando la guadaña con ayuda de la cadena. Gabriel la esquivó milagrosamente agachándose pero le cortó unos cabellos del flequillo.
“Si me coge con uno de esos me mata. Utilizaré mi rosa turquesa” pensó y sacó una.
“¿Otra rosa de un color distinto?”.
“Esta vez no correré riesgos, te atacaré con una lluvia de mis rosas somnífero” dijo y lanzó varias rosas turquesa.
“¿Somnífero? No dejaré que me toquen”.
Aprovechando la cadena hizo girar su arma a gran velocidad a su alrededor creando un escudo que rechazaba las rosas.
“Maldición, las ha evitado – pensó Gabriel – Tengo un problema. Si le lanzo una rosa negra la esquivará, si le lanzo una blanca podría matarle y el resto de mis rosas y ataques no son aptos para esta situación”.
“¿Qué te pasa? Es que sin tu espada no tienes poder?”
“No te equivoques, aunque tuviera mi espada no la usaría. Yo sólo desenvaino mi espada cuando mi objetivo es la muerte de mi enemigo, sin embargo, no somos enemigos y no puedo matarte. Por lo tanto sólo me queda una cosa por hacer”.
“¿Ah, sí? ¿El qué?”
“Yo abandono”.
Un silencio recorrió la plaza durante unos instantes.
“Gabriel ha abandonado, el ganador es Kevin” se escuchó por megafonía.
“Pero, ¿por qué?” preguntó Kevin.
“Era una situación demasiado peligrosa, aunque hubiera tratado de romper tu arma para dejarte fuera de combate, la velocidad con la que mueves tu arma es muy alta por lo que al desprender el filo del mango habría salido disparada y alguien podría haber salido herido y no lo podía consentir. Lo siento pero esto acaba aquí”.
Gabriel comenzó a retirarse lentamente del área de combate. En ese momento alguien del público empezó a aplaudir y comenzó a seguirle el resto de la plaza. En unos segundos toda la plaza estaba vitoreando el combate. Finalmente Gabriel llegó por fin donde estaban el resto de caballeros.
“Perdóname, Jonyo, no he podido dedicarte mi victoria” dijo y cayó al suelo en redondo.
7 comentarios:
Dios q gore el combate xDDD, pero mu bueno enserio, a ver si ahora q terminas los exam y empieza el verano puedes subirlos mas rapidos :p
EY ERMANO:
Ya pense ke esta semana me keaba sin episodio..... aver si los aces mas largos, y ke no sean tan kobardes los personjillos ke arriesgen mas...... ke kerems accion ke rozen el limite. ke sufran y celebren las victorias... y en la rosa ubiera puesto asi algun atake algo mas cruel ke no fuera lanzar una rosa (por mortal ke sea).
Pro el kapitulo a sio la polla, a tao mazo de wapo aunke me dao kuenta ke todos segimos exando de emnos a SUSO ese gran personajillo ke nos alegraba un poko mas el kapitulo.....
weno ya sabes aki espero ansioso el siguiente.....xD
1 saludito Ermano:
***************SUSO**********
Ruben en serio compañero te tengo que felicitar porque sinceramente a mi parecer por supuesto este capitulo ha sido hasta la fecha el mejor de los que has hecho de verdad porque lo de la retirada del caballero de la rosa por el motivo de no querer ni matar ni herir a nadie de el publico ha sido muy noble uno de los rasgos de los caballeros de cualquier epoca.
Un saludo a todos
Ha estado muy bien,a sido un combate brutal,y Gabriel habria ganado si le hubiese matado,a si que se puede considerar en tablas.Por cierto Ruben eres un sadico,jejejejeje molaaaaaaaaaa,sangre cachitos siiiiiiiiiiiiiiiiiii.jejeje a estado divertido,y el que el publico le aplaudiese me a emocionado.El siguiente en combatir deveria ser Jon,por que no suele hacer demasiado,para lo supuestamente muy poderoso que es,asique,ademas quiero verle hacer algo mas que no sea lanzar rayitos.Weno pos na,a ver cuando sacas el siguiente.Saludos
Jejeje, mis objeciones las dije ya... jejejejejejeje ;-)
ola! ya se q estarde para poner comentario pero mejor tarde q nunca no? Jo q pena q tenga q abandonar
~¿crees que ME el puesto de jefe de la Guardia Petoriana me tocó en un sorteo?
No pensaba comentarte en este capítulo pero al final vi este "me" que sobraba...y no puedo permitir que tu kanzenban tenga fallos por no decirlo.. ^_^
PD_Kevin es un animal xD Pero me gustó :-3
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