He estado haciendo pruebas con el contador de tiempo, y la verdad, estoy peor que al principio. Dejé un día el documento abierto para ver si subía el contador, y en efecto, subía, alcanzó los 73 mil y mucho. Sin embargo, al día siguiente vi que había bajado a 71 mil (supongo que para descontarlo, por lo que sí tendría constancia de cuando escribo y cuando) y ahora que he terminado este episodio 172 vuelve a estar en 72 mil y algo, que curiosamente, es más o menos la misma cantidad que cuando escribí el anterior xD Así que eso, no sé que pensar...
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Episodio
CLXXII
CLXXII
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eik
y Shawn contemplaba cómo el lago, apenas recién destruido unos segundos antes,
del que sólo quedaba un agujero seco y vacío, volvía a llenarse de agua, salvo
que esta vez, era agua salada.
Su
campo de batalla estaba cerca del mar, e inmediatamente dejaron a un lado su
trifulca y volvieron la cabeza hacia las aguas, para descubrir la nube de fuego
que rodeaba el lugar del impacto del meteorito. Nada más verlo, el caballero
del rayo supo de quien se trataba.
“Eso
de ahí son… Fidel y Mesa, ¿verdad? Captó las energías de los demás
perfectamente, y las suyas son las únicas que faltan. Tienen que ser ellos”.
“Parece
que el pequeño caballero está cumpliendo su papel”.
“Es
cierto, tú estuviste entrenando a Fidel. Dices que era necesario que alcanzara
cierto nivel para despertar la esfera elemental en su interior, pero estoy
seguro de que ya llego a ese punto hace mucho tiempo. Sin embargo, aceptaste
entrenarle y parece que le está causando más que problemas a Mesa, ¿por qué?”
“Eres
muy agudo, caballero del hielo. En efecto, el caballero de la tierra ya
alcanzaba el nivel suficiente para despertar la esfera elemental cuando vino
solicitando mi ayuda. Al principio, me negué porque no era necesaria mi
intervención, pero cuando me enteré de que se había enfrentado a Mireia para
llegar hasta mí, le miré a los ojos y comprendí sus verdaderas intenciones con
este combate”.
“¿Sus
verdaderas intenciones? Simplemente quiere vengarse porque Mesa se cargó a la
que se estaba tirando, o al menos eso escuché”.
“Cuando
el odio entra en tu corazón, ya es casi imposible que salga. Aunque esa fuese
la razón inicial, con el paso del tiempo, su odio ha ido creciendo, ha ido
evolucionando, y le ha hecho buscar algo más que una simple venganza. Lo que el
caballero busca es la razón de su existencia. Por eso le ayudé. Porque vi que
su búsqueda podía ser útil para cumplir mis órdenes”.
“Si
acabas de decir que tu intención no era necesaria, ya habías cumplido logrando
que Fidel llegara al nivel mínimo de poder necesario para despertar la esfera
elemental”.
“Pero
no olvides que esos eran los objetivos de Mesa, y yo no estoy a las órdenes de
Mesa. En cuanto el caballero de la tierra llegó a tener el poder suficiente
para Mesa, se me asignaron nuevas órdenes. Órdenes que debía cumplir yo, pero
que dejé que el caballero de la tierra cumpliera por mí”.
“¿Quieres
decir que…?”
“Ese
combate no debe tener un ganador, ¡sino dos perdedores!”.
El
rostro del caballero del hielo palideció al comprobar la crueldad de su
adversario hasta para con sus propios aliados.
“Tú…
¿Qué hiciste con Fidel?”
“Nada
que él no quisiera. Únicamente le di la herramienta que necesitaba para, por lo
menos, tener alguna posibilidad. A pesar de sus esfuerzos y su progreso, ganar
a Mesa, o incluso tan sólo enfrentarse a él en igualdad de condiciones era algo
inalcanzable para él. En circunstancias normales, Mesa habría acabado con él de
un golpe, por mucho que yo le hubiera entrenado, digamos, con métodos
convencionales”.
“Te
vuelvo a repetir – al ver que no le bastaba con las palabras, le apuntó su
espada – ¿Qué le hiciste?”
“Le
enseñé una técnica prohibida que multiplica tu fuerza cada vez que caes
derrotado. Sin embargo, como toda técnica prohibida, tiene sus riesgos. El
portador tiene que tener la resistencia suficiente para aguantar la técnica,
pues ejerce una enorme presión en el cuerpo que no todo el mundo es capaz de
soportar. Nadie ha logrado nunca pasar de doblar su fuerza, y cuando no lo
consigues, ésta te consume y mueres. No obstante, como el caballero de la tierra
es especialista en resistencia, estoy seguro de que logrará triplicar e incluso
cuadruplicar su fuerza. Eso sí, no sé hasta dónde llegará, pero necesitará
multiplicar su poder por más de cinco si quiere tener alguna oportunidad contra
Mesa”.
“Supongo
que una técnica así tendrá un límite de tiempo, ¿qué pasa si Fidel no gana el
combate a tiempo?”
“Oh,
no, para nada. Esta técnica no tiene ningún límite de tiempo, es más, no se
puede desactivar. Cuando el portador la utiliza, ya no hay vuelta atrás. Desde
ese momento, sus opciones son ganar el combate o morir. Por eso, con suerte,
esos dos se matarán mutuamente y me habré ahorrado algo de trabajo”.
“Entonces
Fidel sólo tiene que ganar el combate antes de que la técnica se vuelva contra
él. Si como dices su poder aumentará cada vez más sin límites, en efecto tiene
más posibilidades de las que creía, y también explica el suceso que acabamos de
presenciar. Ese chico no es muy listo pero resistir, resiste como nadie. Es
posible que te lleves una sorpresa”.
“No
lo creo. Toda técnica prohibida requiere de un sacrificio para activarse. El
nombre de esta técnica es Mismo Destino
precisamente porque los dos combatientes comparten final. La fuerza no se
multiplica de forma mágica, es el espíritu de una antigua criatura mitológica,
un antiguo dragón concretamente, quien aumenta su poder. Y al activarla, el
portador ofrece su alma a la criatura, que la devorará al terminar el
encuentro.
Ahora
que lo pienso, creo que se me olvidó comentarle ese detalle al caballero de la
tierra… Qué cosas… ¿Dónde tengo la cabeza…?” sonreía falsamente.
El
caballero del hielo no respondió a su comentario. Se quedó cabizbajo, a la
orilla del lago salado. Pensativo, sacó un paquete de tabaco, todavía
precintado, y por tanto aun seco por dentro. Lo abrió cuidadosamente y sacó un
cigarro que con mucho tacto se llevó a la boca, lo encendió y lo saboreó como
si fuera el último.
“Tú…
Eres un ser despreciable que no distingue entre aliados y enemigos, que mata
sin compasión a inocentes; que manipula, engaña y utiliza a cualquier persona
que le sea de utilidad a su antojo y los desecha cuando cumplen su cometido.
Todo eso a cambio de una miserable cantidad de dinero y el regocijo de tus
propios actos”.
“Gracias,
ése soy yo”.
“Te
has estado divirtiendo durante mucho tiempo a costa de los demás, pero eso se
acabó. Pienso poner fin a tus movimientos. Ahora que ya he cumplido con mis
objetivos, ¡acabar contigo será el próximo!”
“¡¡Jajajaja!!
– Se mofaba su adversario – ¿Acabar conmigo un objetivo? ¿Y después qué? ¿Otra
vez a vivir una existencia vacía y sin rumbo? No me hagas reír, tan sólo estás
buscando un motivo de tu existencia ahora que ya no sabes qué hacer con tu
vida. Yo te haré un favor a ti, caballero, ¡acabando con todos esos problemas emocionales!”
Shawn
Stevenson se lanzó directo hacia Reik, quien le aguardaba pacientemente. Estaba
seguro que Shawn lo sabía, pero la conversación le había servido para ganar
tiempo y recuperar fuerzas. Es posible que todavía no estuviese al cien por cien,
pero al menos se notaba con la fuerza y ganas suficientes para enfrentar a su
oponente.
De
nuevo, su objetivo iba derecho al cristal de hielo que protegía su letal
herida. Él lo sabía y esto le permitió anticipar su movimiento. También le
ayudó haber sufrido la fuerza de su adversario con tanta claridad, para saber
que si no se empleaba a fondo estaba perdido.
Sabiendo
todo esto, el caballero del hielo bloqueó el ataque de Shawn con el antebrazo,
mientras le miraba a los ojos sonriendo.
“Eres
muy… ¡predecible!” le gritó a la cara y acto seguido le dio un cabezazo en la
frente, mandándole rechazado hacia atrás.
El
caballero sabía que no podía tomarse ni un respiro, así que continuó la
ofensiva de inmediato. De un derechazo en la cara le dio media vuelta en el
aire al cuerpo de su adversario, y acto seguido dio un pequeño salto, una
voltereta en el aire y cayó de culo sobre la espalda de su adversario,
aplastándole aprovechando su corpulencia. No contento con eso, extendió el
brazo y lanzó una onda de energía, tan potente como pudo, directa a la nuca de
su objetivo, que desapareció inmerso en una enorme contaminación lumínica.
Al
cesar el ataque, el caballero flotaba sobe un profundo agujero del que no podía
ver el fondo, aprovechando de nuevo esos instantes de paz para recobrar
fuerzas, pues sabía que para nada había acabado con su adversario.
Estuvo
esperando el regreso de su oponente, que una vez más, no realizó ningún empeño
por ocultarse. Enseguida sintió su energía acercándose, a gran velocidad, pero
por una dirección distinta. Sentía que iba a aparecer desde las profundidades
del lago, detectaba su energía moviéndose rápidamente.
Sin
perder ni un segundo, el caballero se movió con rapidez hasta sobrevolar
ligeramente el lago. Allí, descendió a ras del agua y posó su mano en la
superficie, la cual se iluminó con una suave luz turquesa. Una vez más, el agua
comenzó a congelarse y el hielo se extendió por toda la zona.
Shawn,
que en esos momentos ya ascendía por debajo del agua, no fue capaz de detectar
lo que estaba haciendo Reik y la congelación del agua le pilló de repente,
paralizando su avance y dejándole atrapado en medio del glaciar.
“¡Hala!
¡Ahí te quedas!”
Pero
en su interior sabía que no podía ser tan fácil, y no tardó en comprobarlo. Enseguida,
el suelo de hielo que pisaba comenzó a agrietarse, mientras una intensa luz
salía de las grietas. El caballero saltó de un acto reflejo y un instante más
tarde el lago estalló en un montón de enormes pedazos de hielo que inundaron el
lugar.
Shawn
y Reik continuaron el combate, desplazándose saltando de un bloque de hielo a
otro, mientras estos todavía permanecían en el aire. Decidido a seguir dándole
uso a su elemento, el caballero saltó detrás de uno de los grandes trozos de
hielo y lo mandó directo a su adversario de una patada.
Para
no complicarse, Shawn directamente rechazó el gran pedazo de hielo de un
manotazo, pero al hacerlo descubrió un segundo trozo detrás, ya demasiado cerca
como para reaccionar. El caballero había lanzado dos pedazos de hielo seguidos
para sorprender a su oponente y lo había logrado. El segundo trozo impactó de
lleno contra Shawn, arrastrándolo con él.
En
medio del aire, comenzó a presionar el bloque de hielo que lo arrastraba con
sus propias manos, hasta que finalmente cedió y lo hizo pedazos, liberándose de
su empuje. Al mismo tiempo, el caballero ya había iniciado una nueva ofensiva,
pero él ya se había cansado de jugar.
El
impacto había alejado a Shawn de la zona donde se precipitaban los pocos
pedazos de hielo que quedaban en el aire, por lo que Reik saltó de uno a otro
hasta que finalmente, en el último, dio un salto más grande, ya directo a su
adversario. En el aire, desenvainó su espada y aprovechó la fuerza del salto y
la caída para atacar con un espadazo vertical.
“Al
final ha conseguido lo que quería – pensaba Shawn – Se ha empapado de su
elemento y eso le ha hecho recuperar gran parte de sus fuerzas. Tengo que
cambiar de estrategia…”
Rápidamente,
cargó una onda de energía en una mano y la lanzó contra el caballero, que venía
directo con su espada. Ya era demasiado tarde para detenerse o esquivar la
onda, así que Reik simplemente siguió adelante y ejecutó su ataque sobre la
onda de energía, a la cual cortó por la mitad. Cada una de sus partes fue
desviada a un lado por el filo de la espada del caballero, y terminaron
estallando a lo lejos, en medio del cielo.
El
ataque de ambos había fallado y eso les dejaba en un punto muerto. Lentamente,
descendieron hasta pisar la superficie de hielo sobre la que se encontraban. Se
miraron mutuamente, esperando que el otro iniciara el siguiente movimiento para
poder tener un segundo más de respiro. Finalmente, Shawn sonrió.
“Te
felicito, caballero. A pesar de tu estado, tu terquedad me ha obligado a dar lo
mejor de mí mismo durante algunos instantes. Estoy seguro de que en plenas
condiciones eres un rival difícil de batir, pero ahora mismo estás en
desventaja y pienso aprovecharlo. Esperaba no tener que desvelar mis secretos
antes nadie, pero no veo otra forma de cumplir con mi trabajo. Presta atención,
caballero, porque vas a ser testigo de por qué mis clientes y víctimas me
apodan con el título de Muerte Invisible”.
Reik
no se acobardó, pero se mantuvo alerta. Observó cuidadosamente a su adversario,
hasta que se percató de que estaba desapareciendo. No era una desaparición
instantánea propia de un rápido movimiento para esquivar, ni tampoco un cambio
de posición para lograr un ataque sorpresa, no. Simplemente, mientras
permanecía de pie y quieto, su cuerpo se fue desvaneciendo lentamente hasta que
no quedó nada de él.
El
caballero envainó su espada y se puso en guardia. Si ése era su poder, no había
ningún problema, tan sólo tenía que rastrear su energía para localizarle. Tal
vez le había funcionado matando a seres humanos débiles e inocentes, pero un
auténtico caballero no tenía nada que temer.
Concentrado,
trató de localizarle sin éxito. Sin embargo, algo le decía que las cosas no
iban bien. No tenía ninguna prueba, era más bien un presentimiento. Sentía el
filo curvo de la guadaña de la muerte abrazando su cuello, pero era muy
extraño, porque no veía nada raro, no oía nada, y no sentía nada. En todo el
lugar reinaba un silencio sepulcral.
“¿Qué
pasa, caballero? ¿No puedes sentir mi energía? – dijo de pronto Shawn, aunque
no fue capaz de localizar del todo el origen de la voz – No te esfuerces,
porque no podrás por mucho que te esfuerces. Esta es mi técnica secreta que da
nombre a mi apodo, ¡Muerte Invisible!”
“Ahora,
el origen de la voz ha cambiado. Antes venía de otro lado – pensaba Reik – Se
está moviendo para que no pueda localizarle tampoco por el sonido de su voz…”
“Te
presento lo último que verás antes de morir. Nada. Me acercaré a ti sin que
puedas verme y sin que puedas sentir mi energía. Tampoco te esfuerces en
localizar mis pisadas, porque voy levitando, ni intentes escucharme acercarme,
porque no hago el más mínimo ruido. Soy completamente invisible para tus
sentidos, y además…”
La
espada del caballero del hielo se desenvainó sola, sorprendiendo a Reik, que no
le dio tiempo a reaccionar, y al instante también desapareció. En ese momento
se escuchó una carcajada de Shawn.
“¡Todo
lo que toco, también se vuelve invisible!”
El
caballero del hielo se alteró al ver cómo le había robado impunemente la espada
sin haber podido hacer nada para evitarlo, pero no tuvo mucho tiempo para
lamentarse. Apenas unos instantes después sintió un fuerte pinchazo en el
estómago. El cristal de hielo que cubría su herida se rompió y la sangre volvió
a salir de nuevo. Enseguida, la espada se hizo visible de nuevo, mientras una
risa siniestra de Shawn se escuchaba alejándose. Su adversario había utilizado
su propia espada para atacarle, además clavándosela en el mismo sitio en el que
le había herido antes.
Reik
sabía lo que tenía que hacer, y tenía que hacerlo rápido. Se echó la mano a la
zona herida para dormirla aplicando frío, y con la otra se extrajo la espada de
un tirón. Sabía que era la mejor manera, se suponía que la zona estaba dormida
y no le iba a doler, pero dio completamente igual. Al sacar la hoja, el
caballero dio un sonoro grito de dolor y la sangre comenzó a salir a borbotones.
La mezcla de dolor con la pérdida de sangre le hizo perder momentáneamente el
equilibrio, cayendo al suelo de espaldas.
Sabía
que estaba en medio de un combate y que no podía permitirse estar ahí tirado,
así que se levantó como buenamente pudo y se dispuso a ponerse en posición de
combate, sin tener todavía muy claro qué hacer a continuación, cuando de pronto
sintió un nuevo golpe azotando su cuerpo. No fue capaz de ver de dónde vino ni con
qué parte del cuerpo fue golpeado, simplemente sintió un golpe en la mejilla
que lo arrojó al suelo de nuevo.
“Realmente,
es un truco… Está claro que no puede atacarme y a la vez ocultar su energía –
reflexionaba el caballero tras haber sufrido ya varios ataques – Lo que hace es
simplemente aprovechar que es invisible para acercarse con su energía oculta y
prepararse para dar el golpe, y manifiesta su energía única y exclusivamente en
momento en que ataca. Cualquiera podría hacerlo, pero solo alguien que es
invisible tendría la oportunidad de tomar las medidas necesarias para que ese
intervalo de tiempo sea tan pequeño para que el objetivo no fuese capaz de
detectarlo, ya que en un combate donde puedes ver a tu contrincante, su ataque
y su energía se preparan mucho antes de acercarse tanto…”
A
pesar de que sabía lo que estaba pasando, no tenía forma de remediarlo, y eso
le causaba una gran impotencia. Cada vez que se ponía de pie, Shawn le golpeaba
contundentemente y le volvía a tirar al suelo, mientras su estado físico
empeoraba más y más a causa de su estómago, que ya había sido herido dos veces.
“Vamos
Reik, piensa… – se decía a sí mismo – No puedes verle, no puedes sentir su
energía, no puedes oírle, pero tiene que haber una manera… ¿Cómo puedo
averiguar su posición? Tengo que descubrirlo pronto, o si no, moriré…”
1 comentarios:
Muy interesante el capítulo.
Reik y Shawn contemplaba cómo el lago(contemplaban)
“Si acabas de decir que tu intención no era necesaria(intervención)
Un saludo a todos.
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