miércoles, 22 de agosto de 2007

Episodio XXIII

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Dedicado a: N/A

Episodio XXIII

A

quella descripción que Suso realizó sobre su agresor provocó la agitación de los caballeros. Todos comenzaron a mirarse mutuamente creando un molesto silencio que nadie se atrevía a romper.

“Por la mirada que tenemos todos, parece que estamos de acuerdo en quien es la persona que ha descrito Suso – dijo Arturo – Mesa está en la ciudad, muy probablemente buscándonos, así que debemos irnos lo antes posible de la ciudad para evitar convertirla en un campo de batalla”.

De repente u n miembro de la Guardia Petoriana apareció corriendo.

“¡Capitán Kevin! – exclamó el soldado jadeando – por fin le encuentro, y que bien que esté usted aquí, Sr. Griffin”.

“¿Qué ocurre, soldado?” preguntó Kevin.

“Verá, nos acaban de llegar noticias de que una joven ha sido asesinada en los alrededores del área residencial, la causa de la muerte no está clara, ya que parece que le han disparado en la cabeza, pero en su interior no hemos encontrado bala alguna, ni tampoco hay indicios de muerte por una onda de energía. Se sospecha que el asesino es un hombre alto, con traje y gafas”.

“¿Alto, con traje y gafas? Quizá sea el mismo que ha hecho esto”.

“No lo dudes” dijo Fidel con serenidad.

Eddy se acercó a Suso y registró sus bolsillos hasta encontrar su colgante. Después se lo puso y miró a Suso con odio.

“Aunque estés herido, no te perdonaré el haberme robado mi preciado colgante, te haré el favor de acabar con tu sufrimiento, ¡desaparece!” dijo Eddy, alzó el puño y lo lanzó contra Suso.

Antes de que su puño impactara contra Suso alguien le detuvo sujetando su brazo por la muñeca.

“¿Por qué me detienes?”.

“Lo lamento pero no puedo tolerar que te tomes la justicia por tu mano - dijo Kevin - Cálmate o tendré que detenerte a ti también.

Kevin fue disminuyendo la fuerza con la sujetaba su brazo paulatinamente hasta soltarle y Eddy se contuvo. Estuvo unos segundos mirando a Suso, que estaba agonizando en el suelo y después se giró y comenzó a caminar.

“Da igual, de todas formas va a morir. Bueno, vayamos al puerto a negociar por el barco”.

“Un momento – dijo Kevin – me gustaría disculparme por haberles acusado antes injustamente”.

“No importa – dijo Arturo – sólo hacías tu trabajo”.

Los caballeros marcharon hacia el puerto guiados por Eddy y allí sólo quedaron Kevin y el soldado.

“Quiero que ahora mismo una ambulancia se lleve a este hombre al hospital y que se reponga. Después podremos interrogarle más detenidamente”.

“Sí, señor” respondió haciendo un saludo militar.

Al llegar al puerto al puerto entraron en la caseta y tomaron asiento. Eddy y Norris sacaron papel, bolígrafo y una calculadora.

“Veamos, ¿para cuántos tripulantes queréis el barco?” preguntó Eddy.

“En principio para seis” respondió Gabriel.

“Muy bien” dijo Eddy y tomó nota.

“¿Cuánto tiempo durará vuestra travesía?” preguntó Norris.

“Entre ida y vuelta calculamos un par de meses” dijo Peter.

“¿Disponéis de provisiones o necesitáis que las aportemos nosotros?” preguntó Eddy.

“Tenemos algunas, pero no suficientes” contestó Fidel.

“¿De cuánto capital disponéis?” preguntó Norris.

“De ninguno” respondió Arturo.

“¡¿Cómo que de ninguno?!” exclamaron ambos.

“Pues de ninguno” repitió.

“¿Entonces de dónde habéis sacado ese castillo en el que vivís?” preguntó Eddy.

“Verás, desde que tengo memoria en ese castillo hemos vivido seis personas. Isabel, Verónica, Fidel, yo, nuestro criado David y nuestro maestro y dueño del castillo, Shawn Stevenson. Según nos contaron, todos nosotros éramos huérfanos y fuimos recogidos por él. El tiempo que vivimos con él sólo puedo calificarlo con una palabra, infierno. Decía que lo hacía para entrenarnos, pero aunque fuera verdad, nos sometía a un entrenamiento durísimo que, la verdad, no sé ni como podíamos realizar. Estuvo así durante unos años hasta que un buen día, nos reunió a los cuatro y nos dijo “A partir de ahora debéis entrenar por vuestra cuenta. Yo no puedo enseñaros nada más. David cuidará de vosotros hasta que seáis autosuficientes, en cuanto a mí, me voy para siempre, adiós”. Tras decir esas palabras se marchó y nunca más volvimos a saber de él”.

“Si me lo encontrase ahora – dijo Fidel – le daría una buena paliza por habernos tratado como nos trató”.

“No debéis recordarle de esa forma – dijo Peter – yo le conocía y os aseguro que exageráis vuestra historia. Puede que os hiciera pasar algún que otro mal rato, pero gracias a él desarrollasteis vuestros poderes. Además, él también recogió a Reik, Jonyo y Gabriel, pero su situación económica no le daba para hacerse cargo de todos, así que me confió a Reik y a Gabriel y Jonyo se lo confiamos a Andrés, que también lo conocíamos. He de deciros que cuando se marchó, no os abandonó a vuestra suerte, sino que viendo que no podía mantener esa situación, vendió el castillo al Banco Central de Petoria a condición de que en vez de que se le pagara con dinero, el banco cubriese las necesidades básicas de David y de los pequeños hasta que estos abandonaran el castillo”.

“Pero, con esa operación debió perder una gran cantidad de dinero” dijo Norris.

“Sí, pero no tenía otra opción, no quería que los pequeños crecieran con la vida resuelta porque podrían volverse engreídos, ambiciosos y malcriados y por ello tomó esa decisión”.

“Por mucho que digas, no cambiaré mi opinión sobre él” reincidió Fidel.

“Lo último que nos dijo a Andrés y a mí fue que si algún día hubiese alguna amenaza global en el planeta os reuniésemos para combatirla”.

“Y aquí estamos” dijo Reik.

“Bueno, pues entonces sólo hay una forma de que os podamos entregar el barco” dijo Eddy.

“¿Cuál?” preguntó Gabriel con interés.

“Tendréis que participar y vencer en los Juegos de Petoria” sentenció Eddy.

“¿Juegos? ¿Vais a convocarlos?” preguntó Peter con inquietud.

“Sí, es una ocasión ideal” afirmó Norris.

“Nunca me han gustado esas cosas” dijo Peter.

“Pero si no los autorizas no conseguiréis el barco” indicó Norris.

“Está bien, si no hay más remedio permitiré su convocatoria”.

“¡Bien! – exclamó Eddy y se levantó – voy corriendo a enviar la solicitud” dijo y al terminar se fue.

“¿Alguien puede explicarnos que son esos Juegos?” preguntó Jonyo algo alterado.

“Perdonad – se disculpó Norris – mientras Eddy envía la solicitud yo os explicaré en que consiste vuestra labor de mañana. Los Juegos de Petoria son un entretenimiento popular por el cual un grupo de personas se baten en combates individuales en la plaza para disfrute de los ciudadanos. Vosotros sois cinco, así que intentaremos buscar a tres personas más para que ninguno se quede sin combatir. Para conseguir el barco lo único que tenéis que conseguir es vencer todos los combates entre todos, es decir, si alguno de vosotros pierde un combate, alguien que no haya perdido podrá salir en su lugar pero el que pierda no podrá seguir participando”.

“Pero, un momento – dijo Jonyo – esta mañana hemos estado en la plaza y no había ningún tipo de instalación para combatir”.

“El área de combate está bajo tierra y sólo se eleva cuando hay Juegos, por eso hay que enviar una solicitud de convocatoria, para que lo habiliten”.

“Dicho de otra forma, vamos a ser el entretenimiento de la ciudad” dijo Reik.

“No te lo tomes así – dijo Arturo – nos servirá para entrenar”.

“No sólo a vosotros, también a nosotros, los Juegos de Petoria han estado en el olvido desde hace tiempo porque no había contrincantes poderosos, ya que todos los ciudadanos tienen más o menos los mismos poderes. Es otra de las razones por las que queremos convocarlos, vosotros sois fuertes y eso hará que tengan mucha más emoción. Conseguiremos recuperar el espíritu de antaño”.

En ese momento Eddy entró de nuevo en la sala.

“Ya está hecho – dijo Eddy y después vio el sol poniéndose desde la ventana – Se ha hecho algo tarde y no estará todo preparado hasta mañana por la mañana, así que podéis quedaros a dormir en nuestras casas”.

“El castillo está muy lejos por lo tanto tendremos que aceptar” dijo Arturo.

“¡Pues a descansar, que mañana será un gran día!” exclamó Norris.

Lejos de allí, en una calle perdida, Mesa sentado en un banco, serio y parecía enfadado.

“Vaya, no les he encontrado, pero sé que siguen aquí, así que volveré mañana” dijo y desapareció haciendo el Shunkanido.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Woooo un torneo d luchas, presiento q los proximos capitulos van a ser buenisimos, nu m los perdere x nada del mundo

Anónimo dijo...

Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii que caña, como se estira el argumento xD
asi me gusta, q halla broncas y demas
felicidades por el aniversario, para celebrarlo deberias conseguir a alguien que quiera hacer imagenes de todos los personajes (un fondo de esos que salen todos xD) , asi tendrias una wena portada para tu historia
saludos!

Anónimo dijo...

Buen capítulo, la historia se pone interesante con el torneo este. Hmm... participará Mesa en el torneo? xD

Anónimo dijo...

Q GANAS DE Q EMPIECEN LOS JUEGOS!!!!!!!!!!!!!!!!! y el episodio mu weno!! y el nombre sta mejor este q los otros. Un saludo.



FELICIDADES POR EL ANIVERSARIO!!!!

Anónimo dijo...

Asi que unos juegos ehh?supongo que habra alguna sorpresa porque si no la paliza esta garantizada
podrias poner alguna prueba de habilidad en los juegos
Un saludo

Anónimo dijo...

e mola.coincido con jon en lo de q les vamos a dar una paliza,creo q asta yo les voy a zurrar,jejejeje.Weno no a tao mal el episodio pero a abio una cosilla q no ta muy bien,xq al principio yo(Peter)digo q kiero matar a esos sucios caballeros y tal y ahora resulta q yo me dedicaba a cuidarles con Andres y con el pavo ese al q nunca habia oido mencionar,no se deverias arreglar un poco eso.SALUDOS

Anónimo dijo...

ola!!nada decirte que como siempre sigo leyendo tus capitulos y nada que no dejes de escribir,xk cada vez lo haces mejor e imaginación no te falta,bueno adios!!;)
(espero que sepas quien soy)

Anónimo dijo...

ey ermano
to wapo y parece ke promete el siguiente episodio
me gustaria ke no muriera toavia mi personaje y ke mate a alguno al salir de Hospital pro weno to eso kosa tuya ke se te da de PM komo dice mi mae sige dandole a la imaginación y deleitandonos kon estos maravillosos episodios...

Para Mirella:
-no wapa.... no se kien eres... asi ke... deja tu e-mail o espacio en el siguiente komentario.

Anónimo dijo...

Joer, los gladiadores del Petoria XDDD. Pero el Suso no se toña? joooooo XD

Anónimo dijo...

Hey siento el retraso de los comentarios pero mejor tarde q nunca. Hey la historia de los caballeros y no rompian icebergs a puñetazos ni hacian ir a las cascadas hacia arrriba ni nada de eso???? XDDD

Jun dijo...

*u n miembro
*con la sujetaba su brazo (falta un "que")
*Al llegar al puerto al puerto


~Vaya! Por fin se de dónde provienen Los Caballeros!! ^_^

Un besito