domingo, 14 de junio de 2009

Episodio XCVII

Me gustaría decir que quiero acabar ya el volumen para disfrutar de las vacaciones, pero porque falte poco no se debe bajar la calidad para terminar antes. Para compensar, daré algún detalle del próximo volumen ^^ Como de costumbre habrá cambios, uno de ellos es que tendrá prólogo propio, distinto del del primer volumen que sirve para toda la historia, uno para exclusivo para el volumen que es necesario para su presentación. La línea temporal se dividirá en dos partes, el narrador cambiará en la primera parte y el volumen contendrá el último pasado, el que faltará tras el que se cuente en este volumen. Por ahora eso es todo ^^

Título: Heal for the Crash

Tamaño: 9'3

Dedicado a: N/A




Episodio XCVII



E

l caballero de la rosa mantenía los pétalos de rosa flotando en el aire alrededor de su oponente mientras conversaba con él, sin que ninguno de los bajara la guardia en ningún momento.

“¿Senbonzakura: Custom? Eso suena a que en el fondo es lo mismo”.

“Ahora mismo lo comprobarás”.

El caballero empezó a mover los brazos como si dirigiera una orquesta. Los pétalos que aún seguían revoloteando alrededor de su oponente comenzaron a arrejuntarse en un mismo punto, formando una bola con todos ellos. Una vez reunidos todos, el caballero extendió los brazos de golpe y los pétalos salieron disparados en conjunto, como si de una onda se tratase.

“¡Esto es peligroso!”

Alá saltó evitando la corriente de pétalos, pero estos alcanzaron parte de su túnica, despedazando todo a su paso y dejando minúsculos restos flotando a son del viento.

“¡No creas que vas a escapar!”

Gabriel levantó uno de sus brazos y la corriente de pétalos tomó la misma dirección, persiguiendo a su enemigo.

“¡Es rápido!”

“El punto débil de esta técnica, es que el número de pétalos es demasiado elevado para controlarlos todos a la perfección. Si se consigue, esta técnica, que no deja ningún punto ciego, es prácticamente invencible, pero requiere un nivel que todavía no he alcanzado. Por lo tanto, ahora mismo, para sacarle el máximo partido, tengo que renunciar a que ataque en todas direcciones”.

“Eso no explica el aumento de la velocidad”.

“Creía que no era necesaria una explicación. Al controlar los pétalos con los brazos en vez de con la mente, el control aumenta considerablemente, y a eso añades que pasan de mil pétalos flotando cada uno por un lado a ser todos juntos en una única corriente, ahí tienes el resultado, ahora, ¡desaparece!”

La corriente de pétalos cargó contra Alá, que se cubrió con el brazo extra que aún tenía a su espalda. Los pétalos lo engulleron como pirañas y empezaron a despedazarlo con innumerables cortes diminutos que al coincidir varios en puntos muy cercanos llegaban a desgarrar pedazos de carne del brazo. Cuando la corriente pasó volvió alrededor del caballero y le envolvió como si quisiera protegerlo, dándole un aire de pureza.

“Abandona ahora que puedes. No tienes nada que hacer”.

El brazo de su oponente había quedado inservible. A pesar de que seguía unido a su espalda, le faltaban trocitos de carne, podía verse el músculo y en ciertas zonas hasta asomaba el hueso. No se movía, probablemente porque el ataque también había destrozado todas las terminaciones nerviosas y cerebro no podía enviar ninguna orden. Por último, y de nuevo, no apareció ni una gota de sangre.

“Si no abandonas, haré que el Senbonzakura: Custom arrase todas las partes de tu cuerpo hasta dejarlas inservibles. He querido destrozarte únicamente ese brazo porque no es el real y así pudieras reflexionar. No desperdicies esta oportunidad”.

“¿Y si me niego a aceptar tu ofrecimiento?”

“Me obligarás a acabar contigo. Y no me gusta la violencia”.

“Enternecedor, pero no puedo simplemente aceptar la derrota por algo así. Ya te lo dije, lucharé por mi pueblo sin poner en peligro a ninguno de sus habitantes y sin importar lo que me suceda a mí. Prefiero morir aquí y así convertirme en un mártir que todos adoren y que refuerce la fé en nuestra religión”.

“Un mártir sólo es un cobarde que cree que muerto podrá hacer lo que no hizo en vida, pero como quieras...”

El caballero volvió a mover los brazos dirigiendo los pétalos y estos se dividieron en cinco largas filas cóncavas sobre su mano, imitando la marca que deja una fiera tras dar un zarpazo, de tal forma que parecía que el caballero llevaba una armadura flotante alrededor de su brazo.

“¿Qué es eso?”

“Es el ataque que terminará con nuestro conflicto – dijo levantando el brazo que tenía las garras a su alrededor – ¡Desgarrón!”

Bajó el brazo a gran velocidad cual pantera dando un zarpazo y las cinco garras rosas se abalanzaron ferozmente sobre él, haciéndole un profundo corte allá por donde pasaban. La primera casi no le alcanzó, cortándole en el pie, la segunda hizo un sesgo que pasó por sus dos piernas, las dos siguientes cortaron su pecho, una en la parte inferior, pasando por el ombligo y la otra por la parte inferior, llegando a alcanzar el cuello, y la última le cortó el último brazo que quedaba a su espalda. Acto seguido, cayó al suelo boca arriba y el brazo amputado unos metros más alejado, desvaneciéndose pocos segundos después.

Los pétalos regresaron con el caballero y formaron su espada, envainándola instantes más tarde. Gabriel hizo una reverencia al cuerpo de su oponente, mostrándole sus respetos. Pasados aquellos segundos de silencio se volvió y empezó a caminar en dirección a la torre de cristal.

“Ya tienes lo que querías”.

La torre de saikyum volvió a disparar los cañones contra sus agresores. Peter los veía apuntarle y tenía que apretarse los puños con fuerza y mirar hacia otro lado para no caer en la tentación de protegerse con la barrera y que descubrieran su verdadera identidad.

“¡¿Pero qué haces?! – Le gritó Jonyo – ¡Protégete!”

En su lugar, el presidente se cubrió, dispuesto a encajar el impacto. Al ver que no tenía intención de hacer nada, el caballero se vio obligado a cogerle y llevárselo volando instantes antes de que varios de los proyectiles impactaran en su posición. Al mismo tiempo, Fidel disparaba pequeñas bolas de energía contra las balas que le amenazaban a él y a los demás, levantando además una nube de humo que les protegería de futuros ataques.

“¡Rápido! – Les ordenó – ¡Tenéis que esconderos antes de que el humo de disipe! ¡Aprovechad ahora que la nube no nos ve!”

“S.. ¡Sí!” dudó por un momento la pequeña y salió corriendo después.

“Yo no necesito esconderme de una torre – dijo JesuCristo – Además, tengo ganas de ver esa idea”.

“Ahora mismo... Haa, haaaa – pensaba Pamela mientras corría – Esto es lo único que puedo hacer... Ahora mismo... – pensó al ver a su amigo cargando con Peter – No puedo ayudar... Lo único que puedo hacer por ellos, por muy mal que me sepa... Es tratar de no estorbar... ¡El resto os lo dejo a vosotros!”

“Quiero oír esa idea – dijo Jonyo mientras evitaba el rayo láser que la torre había lanzado contra ellos, al ser a los únicos a los que podía ver – ¿Cómo podemos tirar abajo esa torre?”

“En realidad no es una idea en sí. Sólo podemos derribarla con mi Mano del Destino, y como dije no tengo suficiente energía para ejecutarla como exigen las circunstancias. La única solución es que tú o Fidel me deis esa energía de la cual carezco...”

“¿Quieres que te transfiramos parte de nuestra energía para que puedas tirar la torre? ¡Es una locura! ¡Tu cuerpo no lo soportaría y lo sabes, ¿no podemos hacerlo al revés?”

“Ya te dije que no. No puedo transmitirte mi técnica porque sí, tendría que enseñártela, y no tenemos tiempo”.

“¿Y no podemos golpear a la vez en el mismo punto?”

“No funcionaría. Cada golpe vendría de una dirección distinta y de una fuente distinta. La torre repelería tu ataque y yo haría otro minúsculo agujero. Para que funcione tiene que estar todo unido”.

“Seguro que hay otra manera que no ponga en peligro tu vida”.

“Jonyo... Si la hubiera no te pediría esto. Yo he provocado esta situación, es justo que sea mi vida la que se arriesgue para arreglarlo”.

“Tú no has provocado nada”.

“Gracias por tratar de animarme, pero no cambiará mi decisión. Hagamos una prueba. Transfiéreme un poco de energía a un nivel que pueda soportar mi cuerpo y veamos cuanto daño soy capaz de provocar”.

“Está bien...”

Fueron a aterrizar a la entrada de la torre y unos pinchos aparecieron en el suelo, quitándoles las ganas. En su lugar, aterrizaron lo más cerca posible y se prepararon para la prueba.

“¡Fidel! – Gritó a su compañero – ¡Necesitamos que no cubras! ¡Vamos a intentar algo!”

“Parece que la niña ya está a salvo... – dijo al verla bien lejos – ¡Bien! ¡Déjamelo a mí!”

Peter recubrió su brazo con su poder curativo y Jonyo posó sus manos sobre el brazo, que comenzaron a iluminarse y a traspasar la luz al brazo de Peter.

“Me siento bien... Es una sensación muy cálida”.

La torre percibió sus intenciones y centró sus ataques en los dos amenazantes jóvenes. Lanzó una gran cantidad de tejas desde cada piso directamente contra ellos.

“¡Que te crees tu eso!” exclamó una voz.

Fidel se puso en medio y lanzó una onda de energía que iba destruyendo las tejas a medida que se acercaban.

“¡¡¡Uuuuoooooaaaahhhhhh!!!” exclamaba de emoción mientras iba destruyendo todas las tejas.

La torre cesó en su ataque y volvió a disparar flechas, pero no lo hizo directamente contra Peter y Jonyo, sino que las lanzó ligeramente hacia un lado, donde no había nadie.

“¿A dónde estás apuntando?”

El viento corrigió la desviación y las flechas avanzaban hacia sus objetivos rodeando al caballero de la tierra.

“Mierda, esta torre es lista y todo... – dijo al ver que no le daba tiempo a enfocar una nueva onda y que, aunque pudiera, sería inútil, al no poder destruir todas por venir en una dirección curva – Vais a tener que disculparme – le dijo a sus compañeros – Os voy a dejar a oscuras un momento...”

El caballero levanto el brazo y cerró el puño. La arena alrededor de Peter y Jonyo empezó a formar una esfera que les recubrió segundos antes de que las flechas impactaran con ellos.

“Por favor, libera la entrada de pinchos para que pueda atacar después” le dijo Peter instantes antes de cerrarse la esfera.

“¿Y que tal un café, ya de paso...?”

Tras ver que las flechas impactaban contra la pared de la esfera de arena sin éxito, se abalanzó contra los pinchos espada en mano y empezó a cortarlos y a despejar los trozos de una patada.

“Eres capaz de cortar pinchos de acero con tu espada, no está mal caballero” le dijo JesuCristo.

“Y tendría menos trabajo si vinieses a ayudarme un poco”.

“Ahora mismo, observar es todo lo que puedo hacer, y es lo mismo que deberías hacer tú”.

“¿Cómo?”

Nuevos pinchos salieron del suelo y pillaron desprevenido al caballero, que había quedado confundido con el comentario del Hijo de Dios. Trató de esquivarlos saltando nada más verlos, pero era demasiado tarde y uno de ellos le alcanzó en un hombro, atravesándoselo. El caballero salió volando para sacarse el pincho lo más velozmente posible pero el dolor de la herida hizo que perdiera las fuerzas y cayera de nuevo. Los pinchos le esperaban abajo pero no tenía fuerzas para evitarlos, sólo era capaz de ver como se acercaban más y más.

“Parece que voy a morir aquí... Sin ni siquiera haberme enfrentado cara a cara con Mesa. Perdonadme Verónica e Isabel... No podré vengaros”.

En ese mismo instante, su espalda chocó contra algo. JesuCristo estaba debajo, impidiendo que su cuerpo cayera contra los pinchos sujetándolo con una sola mano.

“No te vayas a morir ahora – le dijo con un tono arrogante – No ahora que ya ha terminado” terminó y arrojó su cuerpo sobre la arena.

“¡Eh! Un poco de cuidado... Estoy herido – se quejó y después pensó – Un momento, ¿el qué ha terminado?”

Fidel se sentó en la arena, agarró su herida y miró al frente. La esfera de arena que recubría a Jonyo y a Peter emitía unos extraños haces de luz. Poco a poco empezó a desvanecerse, apareciendo los dos en el interior. El brazo de Peter estaba recubierto de una luz verde muy brillante y mucho más intensa que cuando ejecutaba una Mano del Destino ordinaria. Se colocó en posición, pero jadeaba y le costaba moverse y su mirada estaba algo ausente. A pesar de todo, hacía auténticos esfuerzos por permanecer alerta.

“Este es el máximo nivel de energía que puede soportar tu cuerpo sin causarte daños importantes. Después de que efectúes tu ataque te sentirás demasiado cansado como para mantenerte en pie y deberás descansar. ¿Alguna pregunta?”

“Sí, ¿y si la energía no es suficiente para derribar la torre?”

Jonyo no contestó.

“Entendido. Allá voy... – se colocó pero algo le detuvo – Ah, una última cosa... Gracias...”

Peter corrió hacia la torre de frente sin pararse a ver que la torre tenía todos los cañones apuntando hacia él. Siguió adelante como si no le importase y la torre disparó sin vacilar. Todas las balas de cañón avanzaban a gran velocidad hacia el presidente, cuyo único objetivo era tirar la torre.

Lanza del Relámpago”.

El caballero del rayo lanzó un rayo directo contra la nube de balas de cañón, provocando su explosión según avanzaba, hasta que chocó con una, reventó y causó la explosión de las que estaban próximas, causando un efecto en cadena que desencadenó en una nube de fuego que impedía que la torre supiera la posición exacta del presidente.

“¡Ya tienes el camino libre! ¡Acaba con esto!” exclamó Jonyo.

“¡Aquí estoy de nuevo, torre! ¡Mano del Destino: Extended Version!”

El presidente dio un golpe a la pared que tenía delante con todas sus fuerzas. Ocurrió lo mismo que antes, en principio hizo un minúsculo agujero con la fuerza del impacto, y en su rostro se vio la desesperación. Un instante después vio cómo, de ese pequeño agujero, empezaban a nacer grietas que se expandieron hasta toda la pared de la torre, destruyendo toda la fachada del primer piso.

“¡No ha sido suficiente!” exclamó Fidel.

Peter se quedó parado de cansancio. Quería escapar. Sabía que la torre iba a atacarle, pero no tenía fuerzas para moverse. Miró hacia arriba y vio como una gran cantidad de tejas caían del cielo desde los tejados superiores. Trató de caminar pero se cayó del cansancio y se conformó con cubrirse la cabeza con las manos. Cerró los ojos y sintió un fuerte movimiento, pero ningún impacto. Al abrirlos, Jonyo le llevaba volando agarrado de un brazo.

“Uffff... Me has salvado la vida...”

El caballero aterrizó donde se encontraban JesuCristo y Fidel, y entre todos trataron de buscar una nueva solución.

“Mierda, ¿y ahora qué?”

“Necesito más energía”.

“¡No! ¡Una cantidad mayor podría incluso destruir tu cuerpo! ¿Por qué no vas destruyendo la torre por paredes? En unos cuantos ataques lo conseguirías”.

“Sólo me quedan fuerzas para hacerlo una segunda vez. Tiene que ser la definitiva. Siento como si fuera desmayarme. Si con el próximo golpe no derribo la torre, puede que no la derribe nunca”.

“¿Me dices que tienes pocas fuerzas y quieres solucionarlo cargándote aún más?”

“Jonyo... Me habéis estado ayudando todo este tiempo, habéis estado luchando por mí, y no os habéis quejado en ningún momento. Ya es hora de que os devuelva el favor y acepte mis responsabilidades”.

“¿Qué mierdas estas diciendo? ¡Llevo escuchando esa clase de gilipolleces desde que estamos aquí! ¡Primero nos dividimos y tú empezaste la búsqueda! ¡Luego te secuestraron y curaste a tus secuestradores! ¡Después te has enfrentado con JesuCristo! ¡Ahora has arriesgado tu vida para derribar esa torre! ¡¿Y quieres más?!”

“¿Cómo sabes lo de que curé a la gente y lo de mi combate con JesuCristo? No recuerdo haberlo dicho”.

“Ni que no pudiera sentir la energía y saber lo que está pasando, que no lo diga no significa que no lo sepa. Que esté riendo en todo momento no significa que no pueda ponerme serio en algún momento. Así que para de una vez. Ya has hecho suficiente”.

“Déjale que lo haga” dijo Fidel.

“¿Te pones de su parte?”

“La verdad, yo no estaba prestando atención a las energías y no sabía que había luchado ya. Sí sé que es peligroso que haga eso, y tienes razón en lo de que podría morir, pero yo soy un idiota como él, con un propósito que conseguir por encima de todas las cosas, tal vez por eso le comprenda... ¿Tú no tienes una meta?”

“La tenía, pero me la arrebataron”.

“Puede que todo esto que está pasando te ayude a ti también. Yo estoy herido y no me quedan muchas fuerzas. Eres el único que puede darle la energía, ¿qué vas a hacer?”

“Está bien. Accedo. No será porque no haya tratado de impedirlo. Sólo una objeción. Si con la energía que te he pasado antes has derribado la pared de un piso, para que derribes la torre por lo menos tengo que pasarte diez veces más. Lo ideal sería pasártelo poco a poco para que tu cuerpo lo soporte un poco mejor, pero tardaremos más de una hora en conseguirlo”.

“No tenemos tanto tiempo. ¡Ya sé! ¡Transfiéremela de golpe justo en el momento del impacto! ¡Así sólo la manejaré un instante!”

“Si tu cuerpo no lo soporta, o si eres demasiado lento a la hora de atacar, podría darte un ataque al corazón, pero si sale bien es bastante probable que no recibas daños o que estos sean muy reducidos”.

“¡Pues a qué estamos esperando!” exclamó Fidel dándoles una sonora palmadita en la espalda.

“¡Cuidado!” exclamó JesuCristo y se abalanzó sobre todos ellos, tirándoles al suelo

El rayo láser de la torre apareció por encima de ellos, pasándoles muy cerca, llegando incluso a quemar la punta de la nariz de Fidel.

“Ayyyyy... ¡Quema!” se quejó mientras se frotaba para aliviar el dolor.

“Ha vuelto a atacar...” dijo Jonyo mientras se levantaban todos.

“Que haga lo que quiera – dijo Peter recubriendo el brazo con su poder curativo – Son sus últimos momentos, tiene derecho a aprovecharlos. Jonyo, yo avanzaré lo más rápido posible. Sígueme y cuando llegue el momento, hazlo”.

“Antes de eso, me gustaría decir una cosa”.

“Habla, compañero”.

“Por si no nos volvemos a ver, ha sido un placer luchar a tu lado”.

“Je, te responderé a eso cuando la torre esté hecha añicos”.

“Je” rió también el caballero del rayo y los dos salieron corriendo hacia la torre.

“Mierda... – dijo Fidel mientras presionaba su herida – Si tan sólo pudiera ayudarlos...”

La torre sabía que no habría una próxima vez, y que debía detenerlos ahora costase lo que costase, por lo que preparó todas sus armas. Empezó a cargar el rayo láser, lanzó cuantas tejas pudo desde el techo, cuantas flechas pudo desde las ventanas y asomó todos los cañones para disparar a la vez.

“Esta va a ser gorda... Yo también debo prepararme... ¡Peter! ¡Sigue avanzando! ¡Ahora te alcanzó!”.

El presidente no se molestó en contestarle y le hizo caso directamente. El caballero extendió sus dos brazos y cargó una onda de energía acorde con la fuerza de ataque que calculaba tendría la torre.

“Aquí voy, a ver quien puede más, ¡¡Sparking Meteor!!”

Los dos dispararon a la vez. La torre los cañones, el láser, las flechas y las tejas, además de ocuparse de crear nuevos pinchos que obstaculizasen el paso de Peter, y el caballero lanzó una onda de varias veces su tamaño, que chocó contra el rayo láser pocos segundos antes de que engullera a Peter. En menos de un segundo, el láser cedió ante la potencia del caballero y se llevó por delante todo el arsenal de la torre, e incluso fue capaz de levantar los pinchos y dejar el camino libre a su compañero. El choque con el láser desvió la trayectoria de la onda y en vez de ir contra la torre fue contra la barrera, que la desvió hacia el cielo sin ningún esfuerzo.

“Vale, y ahora...”

El caballero voló a toda velocidad hasta la posición de su compañero y al alcanzarle le posó su mano en el hombro.

“¡¡¡¡Desaparece!!!! ¡¡¡¡Mano del Destino: Full Version!!!!”

La sincronización fue sublime y el caballero pasó su energía al brazo de Peter en el momento exacto. El puño del presidente tenía tanto poder que la pared se iba destruyendo sola con solo acercarlo, pero eso también significaba que no podía dar un golpe certero y soltar la energía de golpe. Jonyo lo notó y en un instante le agarró del estómago y empezó a volar atravesando todas las paredes de la torre, como un cometa revoloteando alrededor de una estrella, haciendo nuevos agujeros y debilitando aún más la estructura. Finalmente, entró al interior desde una de las plantas inferiores y ascendió hasta la cima atravesando el suelo de cada piso. Al llegar al techo de la última planta, donde la torre recibía más energía de la barrera, la resistencia fue la suficiente como para que Peter diera un golpe certero y soltara toda la energía contra la torre, que inmediatamente comenzó a agrietarse para terminar estallando en mil pedazos dejando tras de sí un viento arrasador y una nube de polvo curativo de Peter.

“¡Lo...! ¡Lo han hecho!” exclamó Fidel mientras se cubría del viento y la arena con su brazo bueno.

De pronto vio como el polvo curativo de Peter le invadía y se concentraba en su herida, curándola con gran rapidez, además que sentía que recuperaba las fuerzas.

“¡Ey! ¡Estoy curado!” exclamó muy feliz.

Pamela lo vio todo desde lejos y en cuanto el viento pasó a ser soportable se acercó corriendo.

“¡Sííííííí! ¡Lo sabía! ¡La habéis tirado!”

Jonyo se acercó a donde estaban todos con Peter a cuestas.

“Todos están esperando para celebrar tu triunfo, Peter. Yo he sido un mero apoyo”.

Al ver que no contestaba, el caballero se giró hacia él y vio que no estaba consciente.

“¡¡¡Peter!!! ¡¡¡¿Qué te pasa?!!! ¡¡¡Despierta!!!”

“¡Túmbalo en el suelo, rápido!” exclamó JesuCristo mientras todos corrían hacia él.

El caballero posó el cuerpo de su compañero en el sueloy JesuCristo empezó a examinarle en cuanto llegó. Primero acercó su oído a la nariz de Peter, después trató de escuchar su corazón y por último le tomó el pulso.

“No respira... Su corazón no late... Le ha dado un ataque al corazón”.

2 comentarios:

Jon dijo...

muy bueno el final y con mucha incertidumbre porque bueno de momento todo apunta a que peter esta muerto pero nunca se sabe a si que toca esperar al proximo capitulo,respecto a mi personaje me tienes intrigado con lo que le ha pasó en el pasado.

y la otra por la parte inferior, llegando a alcanzar el cuello, (parte superior)
¡Tenéis que esconderos antes de que el humo de disipe! (se disipe)
¡Necesitamos que no cubras! (que nos cubras)
El caballero posó el cuerpo de su compañero en el sueloy JesuCristo empezó a examinarle en cuanto llegó(en el suelo y)
Un saludo a todos
P.D Opino lo mismo no tengas prisa para terminar la saga y haz bien los capitulos quedará mucho mejor para cuando hayas terminado todo esto y lo vuelvas a leer.

Dani Lopez dijo...

El fin!!! Peter muerto... bueno, el lado positivo es que ya uno menos en quien pensar para escribir jejejeje. Buen capitulo si señor, si señor! Menos mal... pero no he matado a jesucristo... que pena... Y reik se esta convirtiendo en un angelito jejejeje. Pero ha sido un wen capitulo.

No pierdas tus raices ^^

Y los fallos que he visto eran los mismos que los de Jon asi que... no voy a repetirlos.

Un saludete