lunes, 2 de junio de 2014

Episodio CLXVIII

¡¡La Décima!! ¿Qué otra cosa puedo decir? :D

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Episodio 

CLXVIII

S
hawn Stevenson se encontraba suspendido en el aire, rastreando minuciosamente la energía del lugar en busca del caballero del hielo. A pesar de poner todos sus esfuerzos en conseguirlo, la cantidad de diminutas energías que detectaba le hacía imposible distinguir cual era la del caballero y cual la de un animal inocente.

“No me queda más remedio que arrasar con todo hasta dar con él… Ya me inventaré algo luego si es preciso engañar a alguien más”.

Extendió el brazo hacia el suelo, abrió la mano, y una bola de energía roja comenzó a gestarse. Creció hasta igualar el tamaño de la palma de su mano, y un instante después fue disparada hacia la superficie de la isla, en dirección hacia donde Shawn pensaba que había lanzado a Reik.

Debido a la considerable altura a la que levitaba Shawn, la bola de energía se perdió en la lejanía, no siendo hasta pasados unos segundos cuando una cúpula de energía roja apareció de pronto, consumiendo todo lo que se encontraba en su interior. Un fuerte viento azotaba las inmediaciones, torciendo los árboles, levantando la marea, arrastrando piedras y ahuyentando a cualquier animal que se encontrara cerca.

Mientras tanto, el caballero del hielo continuaba hundiéndose cada vez más en las profundidades del océano. Le quedaba un halito de vida, pero todavía era capaz de sentir levemente lo que pasaba a su alrededor. La onda expansiva de la bola de energía había llegado hasta donde estaba. Notaba cómo el agua se había revuelto, arrastrándole ahora de un lado a otro sin control, mientras continuaba descendiendo. No podía moverse, y era pasto de los caprichos de la marea.

“¿Qué está pasando ahí fuera? – Se preguntaba – Ese cabrón debe estar buscándome… Pero ya da igual… Me han robado mis poderes, y aunque saliese de aquí, no podría hacer nada. Es más, ya no tengo ni por qué hacer nada. He tardado mucho tiempo, pero por fin he terminado con la persona que mató a Cristina y Alberto, y además, he descubierto todo lo que ocurrió. Ya no me sentiré culpable nunca más. No tengo que volver a castigarme por lo que no pude hacer. Mi viaje ha terminado”.

El caballero estaba dispuesto a morir. Había perdido algo mucho más importante que sus poderes. Había perdido la determinación que tanto le caracterizaba. Se estaba conformando con una vida de sufrimiento cuando por fin había encontrado la paz y podía disfrutar plenamente de sí mismo. El dolor de la herida que le había provocado Shawn Stevenson se iba desvaneciendo poco a poco, pero aún no había desaparecido del todo.

“Todavía me duele un poco, pero sé que pronto desaparecerá. Ya queda poco para que todo este sufrimiento termine del todo…”

En medio de sus pensamientos, el eco de una voz familiar comenzó a escucharse a lo lejos.

>>“¡Reik! – Le decía la voz – ¡En realidad no has perdido tus poderes!” Eran las palabras del caballero del rayo resonaban en su cabeza.

“¿Jonyo…?”

>>“¡Incluso a mí me los ha robado hace un rato y los he recobrado! ¡Sólo ha roto el vínculo con tu elemento!”

“¿Qué dices? Apenas te oigo…”

>>“¡El vínculo con tu elemento! ¡El vínculo con tu elemento!” Aquellas palabras parecían repetirse una y otra vez.

“El… ¿vínculo?”

En la superficie, la cúpula de energía roja se había desvanecido por completo, dejando un descomunal socavón de cientos de metros de largo en medio de la isla, que desfiguraba completamente el paisaje.

“Pues no estaba por ahí – pensó Shawn en voz alta – A ver por ese lado…”

Volvió a lanzar una bola de energía, un poco más al norte, y la historia se repitió. Una cúpula de color rojo muy intenso apareció a los pocos segundos, borrando toda forma de vida, y sacudiendo también los alrededores con su onda expansiva. Pero una vez más, Shawn tampoco fue capaz de notar algo que le indicase que el caballero se encontraba allí. Ni restos de su ropa, ni su espada, ni un grito antes de morir, ni siquiera un rastro de sangre o de energía, que como el cuerpo, siempre tiene una ligera mejora antes de morir. Malherido o no, Reik era un caballero, y sin una prueba fehaciente no podía confiar en que de verdad hubiera muerto. Presentarse ante sus superiores ahora sería igual que haber fracasado la misión para la que había sido contratado.

Se puso nervioso, y ahora, en vez de una, lanzó cinco bolas de energía a diversas áreas alrededor de las ya atacadas. Una a una, las cúpulas de energía fueron apareciendo, y la intensidad de su color hizo que todo se volvería rojo durante unos minutos.

“¡Muere! ¡¡Muere!! ¡¡¡Muere!!!” exclamaba sin cesar.

Al mismo tiempo, Reik ya estaba sumido en las profundidades del océano, donde ni la luz de Sol era capaz de llegar. La oscuridad y el silencio reinaban bajo las aguas. Además, la temperatura era muy baja, tan baja, que había provocado que el caballero dejase de sentir. Sus nervios se habían dormido ante el frío, y ya no era capaz de sentir ninguna parte de su cuerpo, ni tampoco el dolor de su herida. Lo único que quedaba vivo era su mente, que continuaba dando vueltas a los últimos acontecimientos.

“Puede que siga siendo capaz de pensar, pero sé perfectamente que ya estoy muerto. Jamás me había planteado la idea de morir, ni tampoco se me había ocurrido de qué manera podía terminar todo.

No me hace gracia que todo acabe de esta forma, pero lo que pase a partir de ahora ya no es asunto mío. Jonyo también sabe la verdadera identidad de Shawn, así que uno u otro vendrá a por él y acabará lo que yo he empezado. No tengo nada de lo que preocuparme.

Por primera vez en años, no siento dolor por dentro ni por fuera. Mis pesares han desaparecido, y hace tanto frío aquí abajo que ya no me duele nada ni siento nada. Me siento completamente en paz”.

Se mantuvo en silencio durante unos instantes, tratando de disfrutar de la paz que tanto había estado buscando. De pronto, se dio cuenta de lo que acababa de decir.

“Un momento. No será…”

>>“El vínculo con tu elemento…” las palabras del caballero del rayo resonaron de nuevo en su cabeza.

“¡¡Eso es!! ¡Ahora lo entiendo!”

Shawn continuaba desolando la isla sin éxito, pero no se daba por vencido. Ampliaba una y otra vez su rango de búsqueda, devastando áreas cada vez más alejadas del punto inicial. Tampoco es que se le ocurriera una cosa mejor, así que continuaba, buscando la prueba definitiva de que su trabajo había terminado.

Una nueva bola de energía estaba preparada en su mano, cuando un estruendo captó su atención. Giró la cabeza y vio un torrente de agua ascendiendo desde la superficie del mar. Cuando parecía que iba a derrumbarse, toda el agua que lo formaba se congeló, y en la cima de la torre de hielo que él mismo había creado, se encontraba Reik, el caballero del hielo.

“¡Mierda! Había caído al agua – se percató Shawn – ¡¿Cómo no me di cuenta antes?! Y parece que ha recuperado sus poderes…”

“Al fin lo he comprendido… – dijo Reik, mientras Shawn se acercaba volando hasta su posición – He comprendido lo que significa el hielo para mí, lo que me une a él.

El hielo sirve para calmar, para tranquilizar, para apaciguar. Es capaz de detener la actividad molecular y conservar la materia intacta durante muchísimo tiempo. Puede llegar a quitar la vida, pero bien utilizado puede eliminar el dolor, puede silenciar las calles, e incluso detener una batalla.

En definitiva, el hielo sirve para proteger, y ha sido esta cualidad la que me ha ayudado a llegar hasta aquí. Ha sido el hielo el que se ha encargado de protegerme, de aislarme, de calmar mi dolor. Al perder mis poderes olvidé todo eso, pero por suerte he sido capaz de recordarlo a tiempo. Lo siento, pero no voy a renunciar a la vida ahora que por fin puedo empezar a disfrutarla”.

Shawn Stevenson estaba claramente molesto consigo mismo. Al fin y al cabo, había sido culpa suya todo lo que había pasado. Sin embargo, no tardó en tranquilizarse. Después de todo, Reik acababa de solucionarle su principal problema, ya no tenía que encontrarle, y recordaba perfectamente que el caballero estaba herido.

Llevó la vista hacia el estómago de Reik, donde antes había clavado su puño profundamente, pero para su sorpresa, la herida había sido cubierta con un cristal de hielo.

“¿Sorprendido? – Le preguntó Reik al ver dónde estaba mirando – Tapándome la herida con hielo no sólo he logrado detener la hemorragia, sino también eliminar prácticamente el dolor. Aunque todavía estoy algo debilitado por la sangre que ya he perdido, será suficiente para eliminar a una basura como tú”.

“Je – dijo Shawn mientras se posaba en la plataforma que coronaba la torre de hielo creada por el caballero – Dices muchas tonterías, pero estoy seguro de que ya sabes que sólo tengo que romper ese cristal de hielo para ganar el combate, e incluso aunque no lo haga, el paso del tiempo juega a mi favor. Sin una curación real a tiempo, estás perdido hagas lo que hagas”.

“Sí, lo sé, y por eso tengo la intención de terminar con esto rápido, ¡con la técnica suprema de elemento hielo!”

El caballero estiró el brazo al frente, y un montón de diminutos cristales de hielo comenzaron a levitar a su alrededor, lanzando pequeños destellos con la luz del Sol. Inmediatamente después, mandó los pequeños cristales contra su adversario, que se limitó a sonreír.

“Con que la técnica suprema de elemento hielo, ¿eh? Aquella con la que acabaste con la estúpida de la teniente. Pequeñas partículas de hielo que se introducen en el cuerpo del adversario, y a nivel microscópico, giran en sentido contrario de los átomos para detener la actividad molecular del objetivo y congelarle por debajo del cero absoluto, donde cesa toda forma de vida”.

“Exacto, y ahora será tu vida la que acabe sin que puedas evitarlo”.

“Estuve observando atentamente vuestro combate, ¿de verdad piensas que no contaba con la posibilidad de que utilizarás esta técnica contra mí también? ¡Necio!”

Shawn Stevenson comenzó a cargar energía con gran intensidad. Un aura roja le rodeó al instante, y la temperatura empezó a subir a gran velocidad. Al acercarse, las partículas se hielo se derretían según se aproximaban, anulando completamente la técnica del caballero.

“Parece que voy a tener que derrotarle por el método tradicional” pensó Reik.

Aprovechando la energía que acababa de acumular, Shawn Stevenson cargó contra el caballero volando a ras de la superficie de hielo, directo al cristal en su estómago que le protegía de morir. Reik vio claramente el propósito de su maniobra, y bloqueó su ataque con las dos manos, temiendo el potencial que había demostrado antes.

No se equivocó. A pesar de que antes había sido atacado en una situación de extrema debilidad, el poder de Shawn le obligó a utilizar todas sus fuerzas para impedir ser derrotado en el primer ataque. La enorme tensión generada en sus músculos provocó que se entumecieran momentáneamente, tiempo que su adversario utilizó para dar un segundo ataque, una patada, de nuevo dirigida al gélido protector del caballero.

Reik se echó hacia atrás para evitarlo, pero el golpe terminó alcanzándole en la barbilla, derribándole fuera de la plataforma de hielo. El cuerpo del caballero se precipitaba hacia el mar, pero él mismo creó un tobogán de hielo que lo recogió y lo llevó a salvo hasta la superficie del mar, previamente congelada también.

“Está procurando mantenerse rodeado de su elemento el mayor tiempo posible, porque sabe que eso le ayudará a recobrar todas sus fuerzas – pensaba mientras observaba el comportamiento del caballero – ¡Cree que puede torearme como si fuera un rufián de tres al cuarto!”

Dobló los codos hacia arriba y cerró los dos puños con fuerza, cargando dos bolas de energía, una en cada mano. La presión que ejercía en sus manos era más fuerte que la energía que formaba la bola, conseguía mantenerla aprisionada en el interior de sus manos, pero la luz que generaban escapaba entre sus dedos, iluminándole el rostro.

“¡¡Desaparece!!”

Bajó los brazos rápidamente, liberando las bolas, que salieron a toda presión y sin control. La primera cayó directamente sobre la plataforma de hielo, quebrando la columna que la sustentaba. La cima de la plataforma volcó, cayendo hacia el caballero. Sin embargo, él todavía tenía otro problema entre manos.

La segunda bola cayó al mar, cerca de donde estaba Reik, pero sin llegar a alcanzarle. No obstante, al explotar generó una onda expansiva muy fuerte, acompañada de un poderoso oleaje que arrastró al caballero hacia afuera. A los pocos segundos, la plataforma de hielo cayó sobre él, sepultándole de nuevo en el océano.

“¡¿No querías hielo?! ¡Pues toma hielo! ¡¡Jajaja!!”

Reik no tardó en salir de las profundidades, pero no fue al encuentro de su oponente, sino que regresó hacia la isla, volando a baja altura.

“Este tipo… Ha lanzado dos bolas de energía sin control y casi me mete en un buen problema… – el caballero reflexionaba sobre los últimos acontecimientos mientras continuaba su recorrido – ¿De verdad ha sido suerte o tenía todo planeado? Parece que sólo hay dos posibilidades, o es muy listo, o está completamente loco”.

Shawn no se hizo esperar. En cuestión de segundos, ya estaba encima del caballero, con el brazo retrasado para efectuar un golpe.

Se abalanzó contra el caballero, que trató de evadirle cambiando su rumbo de vuelo, pero, aunque eludió el golpe, Shawn fue capaz de agarrarle la pierna. Ahí Reik tuvo su primera oportunidad de ataque, derribando a su adversario propinándole una patada en la cara con la pierna que le quedaba libre. Él cayó momentáneamente, recuperando la compostura a los pocos segundos, y recobrando la altura de vuelo enseguida, para insistir de nuevo.

“No me lo quito de encima…”

Después de fracasar con el cuerpo a cuerpo, Shawn intentó un ataque energético para derribar a su adversario. El caballero detectó una fuente de energía concentrándose detrás de él y en seguida supo lo que estaba ocurriendo.

Dejó pensar a su adversario que no se había percatado de sus intenciones, y cuando disparó la onda de energía, esperó hasta el último momento, se giró, y pasó la palma de la mano de un lado a otro, levantando una pared de hielo para protegerse.

La onda se estrelló contra el hielo, derritiéndolo y evaporándolo en un instante. Una nube de vapor se desató rápidamente, impidiendo toda clase de contacto visual. En ese momento, el caballero descendió a tierra y continuó su avance conteniendo su energía.

“Has sido listo, caballero – pensó Shawn mientras volaba rápidamente para atravesar la nube de humo. Al salir de allí, miró a su alrededor. Reik había desaparecido. – Se ha escondido, pero creo saber hacia dónde se dirige…”

En la superficie de la tierra, el caballero del hielo continuaba avanzando. Fue entonces cuando descubrió la ola de destrucción que había provocado Shawn mientras le buscaba. Ya no quedaban bosques donde esconderse, montañas detrás de las que ocultarse, todo era un yermo totalmente despejado, pero él sabía que desde con la altura que les separaba, encontrarle a simple vista sería prácticamente imposible para su adversario.

Todavía quedaba un lugar al que dirigirse. Lo había visto mientras volaba, era un sitio alejado de la destrucción que además conservaba las propiedades ideales para ayudarle en su afrenta. El lago congelado donde se llevó a cabo su combate anterior.

Para asegurarse de que no podía detectar su energía, fue lo más despacio que pudo, tardando en llegar mucho más de lo que le hubiera gustado. Sin embargo, logró alcanzar su destino sano y salvo, sonriendo aliviado al pisar la orilla.

La alegría le duró poco. Un destello en el cielo le llamó la atención, y apenas un instante después, una serie de explosiones lo devoraron todo. En cuestión de segundos, no sólo el hielo que recubría el lago, sino el propio lago en sí, fueron completamente destruidos ante los ojos de Reik. Los pedazos de hielo que sobrevivían a la temperatura siendo arrojados a lo lejos por la onda expansiva caían por todas partes, y uno de ellos fue a parar a los pies del caballero, que se agachó para recogerlo con resignación. Lo miró fijamente, y en el cristal vio reflejado al autor de aquella fechoría.

“Te encontré” le dijo Shawn Stevenson desde el cielo.


“Sin lugar a dudas… Este tío está como una puta cabra” sentenció a la vez que estrujaba el cristal de hielo con sus propias manos. 

2 comentarios:

Dani dijo...

Los pedazos de hielo que sobrevivían a la temperatura siendo arrojados a lo lejos por la onda expansiva caían por todas partes

Habían sido arrojados.

La verdad es que como has cambiado la forma de escribir desde que empezaste en el msn space. Con ese fondo negro y verde... Que recuerdos cuando empezaste... En el recreo del instituto... Con mi primera aparición en el torneo... Jejejeje. La verdad es que me doy cuenta de que soy un viejuno xD.

El capitulo ha estado bien, poca acción pero entretenido.

P.D: Estoy escribiendo en la tableta y ahora me guardare el blog en favoritos, si adivino como se hace, porque en la aplicación de blogger no encuentro para ponerlo de favorito

Jon dijo...

Sin duda de los dos o tres últimos este ha sido el mejor, veo poca historia dentro del capítulo o al menos a mi me gustaría que sucediesen más cosas, pero has encarrilado esto.

pero él sabía que desde con la altura que les separaba, encontrarle a simple vista sería prácticamente imposible para su adversario.(que desde la altura)

Un saludo a todos.