domingo, 4 de marzo de 2012

Episodio CXXXII

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Episodio CXXXII
S
ólo había una palabra para definir lo que estaba sintiendo en ese momento. Frustración. Su cuerpo estaba sucio, cubierto de polvo y tierra a causa de los últimos acontecimientos. Estaba de pie, pero había terminado en el aire por culpa del último aumento de tamaño del socavón, pero aún no había bajado a tierra. Se había quedado allí, flotando, con una mueca de ira y resentimiento en su boca, con una sensación de impotencia y desasosiego recorriendo su cuerpo que hacía temblar sus manos, y envuelto en la envidia y las ansias de poder al descubrir sus propios límites. Finalmente reaccionó, cerró el puño con fuerza y fue descendiendo poco a poco, con la mirada caída.

“¿Por qué? – Susurraba para sí – ¡¿Por qué?! Me fui del grupo. Vine aquí. Entrené hasta el límite. No entrené para hacerme más fuerte, no entrené para vencer a todo aquél que se cruzara en mi camino. Entrené para poder estar a tu altura, para que pudieras tratarme como un igual, como cuando éramos pequeños. Sin embargo, da igual cuanto lo desee, da igual cuanto me esfuerce, da igual todo, ¿por qué siempre estás un paso por delante de mí? ¿Acaso no soy merecedor de caminar a tu lado? ¿De acompañarte…?”

Levantó la vista y le miró. Aún estaba en el suelo, agotado y sonriendo, rodeado de todos los demás. Sólo estaba a unos pocos metros de él, pero en ese momento le parecía una distancia inalcanzable, como si un muro, o más bien una enorme montaña, más propia de él, le cortara el paso, separándoles para siempre.

“Ya veo… Tal vez simplemente mi tiempo haya pasado. Tal vez da igual cuanto ponga de mi parte, que las cosas nunca volverán a ser como antes. En ese caso, que me hayas mentido o no ya carece de importancia, así que no te preocupes, no te preguntaré. Me alegro de que estés bien, pero a partir de ahora sólo miraré por mí, y por el camino que me queda por seguir”.

Mientras los demás ayudaban a Arturo a levantarse, Fidel se fue caminando, sin que apenas nadie se percatara de ello. Únicamente Reik, que no estaba atento a Arturo, le vio desaparecer entre los árboles. Sin embargo, tampoco hizo nada por detenerle ni por saber la razón de aquella partida. Cuando le perdió de vista, centró su atención en el caballero del fuego.

“Eres un poco cabrón, ¿no? – Le dijo Jonyo a Shawn – Traer aquí a todas estas personas a traición diciéndoles que van a ayudar en un entrenamiento, para luego ser conejillos de indias en una prueba de nivel de energía”.

“Jonyo, todos sabíamos lo que iba a pasar, y estábamos de acuerdo – le dijo Hilda – Incluso ella” señaló a Pamela.

“Es cierto – añadió Shinkan – Ninguno de nosotros pensaba que podría aguantar la intensidad de la energía del caballero del fuego, pero de lo que sí estábamos seguro es de que ella caería desmayada, pero aun así quiso hacerlo”.

“No sabía nada de eso...” dijo Jonyo.

“Pamela ha evolucionado mucho desde que llegaste, y aún más desde que te fuiste. Es tu momento de devolverle el favor dejando de tratarla como a una niña”.

“Pamela…” susurró observando su cuerpo dormido.

Clap, clap, clap. Un aplauso secó interrumpió la conversación. El caballero del hielo se acercó caminando mientras daba una calada al cigarro.

“Muy bonito todo, Shawn, pero no creo que nos hayas traído aquí solo para experimentar con nosotros, ¿no? ¿Qué toca ahora?”

“El entrenamiento de Arturo ha terminado por hoy. Hacer un esfuerzo como este, extremo e irregular, es incompatible con el tipo de entrenamiento que tengo preparado para él. Hoy simplemente era una toma de contacto, una prueba para ver su nivel. Mañana empieza la siguiente fase de su entrenamiento”.

“¿Entonces nos has hecho venir aquí sólo para esto? ¡Qué pérdida de tiempo!”

“Su entrenamiento ha acabado, pero no el de los demás”.

“Eso me da igual. Yo había venido para ver la evolución de Arturo, y otro asunto que no comentaré, pero siendo así, me largo, no me interesa el entrenamiento del resto” dijo dándose la vuelta.

“El próximo entrenamiento es el tuyo”.

“Je – Reik se detuvo – Esa sí que es buena. Lo siento, pero yo no necesito ningún entrenamiento asistido”.

“Yo dije que no entrenaría al caballero de la rosa, pero no dije nada de ti, así que estás incluido en el programa”.

“Pues parece que te va a fallar el programa”.

“Yo creo que no, la decisión está tomada, ¡Hilda!”

“¡Ahora mismo! – Exclamó ella - ¡Reflect Slime!”

La sombra de Hilda comenzó a aumentar de tamaño, y después, de ella brotó un espectro gigante, que más bien parecía un fantasma oscuro, con dos grandes ojos rojos muy brillantes, sin cuello, sin piernas y con dos largos brazos. Avanzaba arrastrándose a la vez que abría la boca, la cual era un agujero negro.

“No voy a dejar que me ataques con ese bicho”.

“Tú no te mueves de ahí – Hilda sacó el báculo morado con la esfera verde y apuntó al caballero del hielo con él - ¡Black Magic!”

La esfera se iluminó, ejecutando el hechizo. De pronto, el caballero del hielo vio la realidad con colores negativos.

“Mierda, me ha atrapado como hizo con Jonyo…”

Ese pensamiento fue lo último que pudo oír. A partir de entonces, para él, el mundo se había detenido. Podía ver, aunque todo en negativo, pero podía. Pero lo que veía no se movía, no sonaba, ni siquiera sentía. No era capaz ni de sentir su propio cuerpo. Los efectos no tardaron en empezar a desaparecer. Varias grietas aparecieron, en el cielo, en el suelo, y se fueron haciendo más y más grandes hasta que se juntaron y aquella extraña realidad estalló en pedazos, regresando al mundo real.

“¡Pero qué…!”

Al ver la realidad de nuevo, Reik se dio cuenta de que el espectro había metido la mano por su boca. De pronto sintió que le arrancaban algo y la mano salió, sujetando una extraña luz blanca con forma de silueta humana.

Reik cayó al suelo muy debilitado. No tenía fuerzas para ponerse de pie, pero alzaba la mano hacia lo que le había robado el espectro.

“Devuélvemelo…” susurraba.

El espectro abrió la boca y engulló la figura de luz de unos cuantos bocados. Tras devorarla, el espectro se iluminó y empezó a transformarse. Su tamaño se fue reduciendo poco a poco, y a su vez, iba tomando forma humana, apareciendo piernas, cabeza y brazos más cortos. Continuó definiéndose más y más, hasta convertirse en una copia perfecta de la silueta de Reik, vestido con su misma ropa, equipado con su misma espada, pero oscura y con esos brillantes ojos rojos.

“Sabes lo que ha pasado, ¿verdad? El espectro ha extraído tu alma y la ha devorado. Por eso tiene tu forma, y también por eso te has debilitado de repente”.

“No digas tonterías – se negaba a creer el caballero – Si eso fuera verdad yo ya estaría…”

“Muerto. Tienes razón. Deberías estar muerto. El alma es la esencia de uno mismo y sin ella el cuerpo no es más que simple contenedor vacío, luego si sigues con vida tienes que seguir teniendo alma. Eso es lo que piensas, ¿verdad?”

Reik se quedó callado. Todos los demás también escuchaban muy atentos y no sabían bien qué creer.

“La explicación es muy sencilla, Reik. El espectro ha devorado tu alma, sí, pero no ha roto su conexión contigo, es decir, a pesar de todo, es como si tu alma siguiera en ti. Sin embargo, esta fase es temporal. Si no derrotas al espectro dentro del límite de tiempo y recuperas tu alma, la asimilará como suya y morirás de verdad. El espectro no es más que un contenedor vacío, por eso, al absorber tu alma tiene la misma forma que tú, la misma fuerza que tú y las mismas habilidades que tú, pero no duda, no tiene conciencia, ni remordimientos, ni compasión, es decir, no comete errores en la batalla. Este es tu entrenamiento, caballero del hielo, y la razón por la que Hilda ha venido hasta aquí. Para derrotar al adversario al que con tanta ansia persigues, primero debes demostrar que puedes vencerte a ti mismo. Te diría cual es el tiempo aproximado que tienes para recuperar tu alma, pero tenías mucha prisa por irte, así que no te haré perder más tiempo. Buena suerte, caballero”.

Todos los presentes quedaron muy sorprendidos de la dureza del entrenamiento de Shawn. Todos menos Arturo, que ya había pasado por ahí. Había tenido que jugarse la vida en el volcán para recuperar sus poderes, y entendió que hay veces que la única manera de mejorar es poniéndose al límite.

Reik iba recuperando el aliento poco a poco. Se puso de pie y observó su versión oscura durante un instante. Rápidamente, desenvainó su espada y se lanzó a por él, pero saltó y se fue corriendo. El caballero, aún algo cansado, salió detrás de él sin perder tiempo.

“Puedes correr… Pero no puedes esconderte… Te atraparé…” murmuraba mientras se alejaba.

“Vamos, Jonyo. Ha llegado el momento que esperabas. Es tu turno”.

“¿También vas a hacerme eso a mí?”

“Jajaja – reía salvajemente – Tranquilo. La técnica del Reflect Slime utiliza como materia prima la sombra del invocador, por lo que sólo puede usarse una vez al mismo tiempo. Además, ese método no es el más adecuado para ti. ¡Ahora vámonos!”

No fueron muy lejos. Shawn tan solo quería alejarse de la zona derruida por la energía de Arturo hasta que hubiera montañas rocosas de nuevo.

“Ponte ahí, delante de esa pared montañosa – le dijo a Jonyo señalando el lugar, y luego se dirigió a Gabriel – Tú, ven aquí, ya que no vas a recibir mi entrenamiento, al menos ayuda un poco”.

Shawn se acercó hasta otra montaña rocosa que había cerca, le dio un puñetazo y se vino abajo completamente, quedando reducida a pequeñas piedras. Cogió una de ellas y regresó caminando hacia el caballero del rayo.

“Muy bien, Jonyo. Es hora de empezar. Todos sabemos que con el truquito ese de la electricidad que se produce cuando el cerebro manda una orden a cualquier parte del cuerpo puedes anticiparte a los movimientos de tus adversarios, pero, ¿qué tal llevas evitar las cosas que no tienen vida?”

“Pues cuando tengo que esquivar algo así, lo que hago es…”

Antes de que pudiera responder, la piedra que sostenía Shawn ya se había incrustado en su mejilla con tal fuerza que le tiró al suelo.

“Ibas a decir que cuando te enfrentas a un objeto sin vida, lo que haces el calcular su trayectoria de acuerdo a la posición y la postura del que te lanza el objeto, ¿verdad?”

“Me has pillado por sorpresa – dijo mientras se levantaba y palpaba la zona afectada – Prueba otra vez y verás”.

“Lo haría, pero en vez de eso, voy a dejar que lo haga tu compañero Gabriel, seguro que te es más fácil – le hizo una seña al caballero de la rosa – Adelante, empieza tirándolas de una en una”.

“¿Esquivar piedras? Menuda mierda de entrenamiento… Gabriel, más vale que te emplees a fondo”.

El caballero de la rosa reunió un pequeño montón de rocas a su lado y comenzó a lanzarlas contra Jonyo sin ninguna piedad. Para esquivarlas, el caballero del rayo no necesitó siquiera de hacer uso de su sentido especial, tan sólo usando la vista pudo evitar todas y cada una de las piedras que le envió su compañero.

“¡Venga! ¡¿Es que no puedes hacerlo mejor?! – exclamaba Jonyo mientras evitaba una piedra moviendo la cabeza – Me estoy aburriendo…”

Por segunda vez, una piedra impactó en su cuerpo, esta vez en el pecho, y algo más suave, pero aun así tuvo que retroceder.

“¡¿Otra vez tú?!”

“No, he sido yo – dijo Arturo – Shawn ha dicho que ya que te aburres tanto había que subir un poco el nivel”.

“Pues hala, venid cuantos queráis”.

Los presentes se tomaron la petición al pie de la letra, y salvo Pamela, que continuaba desmayada, y Shawn, el resto también cogieron piedras para lanzarlas contra el caballero. JesuCristo, Hilda, Peter, todos se unieron en el entrenamiento.

“Mierda… Con tanta gente contra mí no puedo seguirlos con los ojos. Tengo que concentrarme y detectar sus movimientos”.

Cerró los ojos y comenzó a captar los movimientos de todos. A pesar de que eran muchos, había desarrollado suficientemente su habilidad como para que no le resultara un problema.

“¡Ya los tengo!”

O eso creía, porque de pronto varias piedras impactaron contra distintas partes de su cuerpo, y cayó al suelo en redondo.

“¿Todo va bien?” le preguntó Shawn.

“Sí… – dijo al levantarse – No sé qué habrá pasado… Seguro que es un error, ahora me saldrá”.

Volvió a intentarlo, detectó con éxito los movimientos de todos, pero de nuevo, todas las piedras impactaron contra su cuerpo. Jonyo no entendía nada, y Shawn sonreía.

“No puede ser… Estoy seguro de haberlos detectado… ¿Qué está pasando? ¡Otra vez!”

El resultado fue el mismo, las piedras volvieron a impactar contra su cuerpo, y sumados a los anteriores impactos, las heridas comenzaron a brotar.

“¡Otra vez!”

“No, Jonyo. Ya es suficiente. No lo conseguirías”.

“No lo entiendo… Pero si lo había detectado…”

“En efecto, habías analizado bien los movimientos de todos cuando lanzaban las piedras, pero te has sobreestimado. Para evitar un objeto sin vida que no puedes detectar, además de calcular la trayectoria, también hay que determinar el tiempo que va a tardar en llegar a ti, y actuar en ese momento. Cuando es un solo objeto es bastante sencillo, pero en este caso, la dificultad no se basaba en que fueran varios, sino en que cada uno lo lanzaba a su ritmo. Cuando Arturo había lanzado ya la piedra, Mario apenas estaba apuntando, Gabriel estaba recogiendo una nueva, y JesuCristo se estaba colocando. Este desajuste te obliga a tener que estar constantemente atento a las dos cosas, la trayectoria y el momento el verdadero momento en el que tienes que esquivar. Compatibilizar esas cosas para ti ahora mismo es imposible”.

“¡Pero eso es imposible! – se defendió – Al principio, cuando detectaba la electricidad del cuerpo de las personas, para conseguirlo no podía moverme siquiera o perdía la concentración, pero últimamente conseguía captarlo y atacar sin ningún problema”.

“Lo sé, Jonyo. Precisamente por eso lo único que te queda para perfeccionar esa habilidad es detectar y defenderte al mismo tiempo de cualquier agresión, no sólo de los ataques directos de tu oponente”.

“Parece que esto no va a ser tan fácil como creía” pensó el caballero.

“Ahora estás herido. Con esos golpes no podrás seguir evitando las piedras. Se está haciendo tarde, continuaremos mañana”.



Curiosidades!!!

El Reflect Slime es una carta de Yugiou que sirve para copiar un monstruo con tres cuartas partes de su ataque, pero en esta ocasión en vez de un slime hemos invocado al espectro del Profesor Layton 4 xD


Que a su vez nos ha servidor para dar un pequeño homenaje a Link oscuro, conocido por sus apariciones en el templo del agua de Ocarina of Time y en una escena de Twilight Princess.

1 comentarios:

Jon dijo...

Muy interesante el capítulo y muy original, a ver que pasa en el siguiente y vamos saliendo de dudas sobre los entrenamientos

“Ibas a decir que cuando te enfrentas a un objeto sin vida, lo que haces el calcular su trayectoria de acuerdo a la posición y la postura del que te lanza el objeto, ¿verdad?”(que haces es calcular)
Un saludo a todos