lunes, 10 de junio de 2013

Episodio CLIII

La última semana que publiqué fue brutal!! No sólo salió la nota y estaba aprobada :D Ya soy licenciado!!! Sino que además ese mismo día me llegó un paquete de Japón bastante caro que llevaba dos meses esperando y ya estaba con movidas con el vendedor, un día antes fue la presentación de la nueva Xbox que fue un puto desastre, y el sábado el Bayern ganó la Champions, es decir todo justo como yo quería :D Así que a ver si esta semana que toca el E3 y la Copa Confederaciones también salen las cosas bien ^^

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PD: Y ahora me voy a dormir, que son las 5 y media de la mañana xD

Episodio CLIII
E
l profesor se palpó la mejilla y la nariz después de limpiarse. Ya no sangraba, pero notaba una evidente inflamación en su rostro, que probablemente permanecería ahí durante el resto del combate. El golpe del caballero había sido certero, y por poco no le hizo añicos las gafas. Sabía que había tenido suerte, pero al fin y al cabo, la suerte es parte de la victoria.

“Está bien. Has anulado mi teletransporte completamente, te felicito por demostrar que mis esfuerzos por darte una razón para hacerte más fuerte no han sido en vano. Sin embargo, has de saber que no necesito para nada el Shunkanido para derrotarte, era sólo mera diversión. Ahora que me has hecho ver que merece la pena molestarme contigo, podré mostrarte un poco de mi auténtica fuerza”.

“¿Sólo un poco? ¡Deja de flipar! ¡Sabes perfectamente que si tú no te empleas a fondo tampoco tendrás ninguna oportunidad contra mí!”

“Pues vamos a comprobarlo”.

Mesa tenía prisa por mermar la autoestima de su adversario, así que tomó la iniciativa, actitud que no es usual en él. Fidel le esperaba en guardia, sabía lo que le tocaba ahora. Era el caballero de la tierra, y su atributo la resistencia. Eso era con todo lo que contaba para ser capaz de ganar el combate.

Fidel también se lanzó al ataque. Por mucho que resistiera su cuerpo, sabía que necesitaba golpear para vencer, y cuanto antes lo hiciera mejor. Lo único que podía hacer era confiar en que su entrenamiento y fuera suficiente como para aguantar hasta el final.

Decidido, llevó el puño al frente, lo mismo que estaba haciendo su adversario. En realidad, ninguno de los dos estaba tratando de alcanzar al otro, era un simple pulso de poder, una manera de marcar la delantera en el combate, una prueba de voluntad, confianza y determinación.

Los puños chocaron y el impacto produjo un forcejeo entre ambos. La onda expansiva liberó un fuerte viento, pero en aquel claro inhóspito, tan sólo una leve polvareda se dio cuenta de su presencia.

“Lo hice… ¡Lo hice! – Exclamaba el caballero de la tierra para sus adentros – ¡He conseguido igualar el poder de ataque de Mesa!”

“Como me imaginaba…” susurró su adversario.

En un instante, Mesa aplicó mucha más fuerza a su ataque. Fidel no pudo hacer otra cosa que ver como retrocedía su brazo, hasta que finalmente fue rechazado de su trayectoria y el puño de Mesa se abrió paso hasta su cara, golpeándole con violencia, y la potencia fue suficiente como para hacerle caer al suelo. Su cuerpo se arrastró por la tierra un par de metros, y tras eso se quedó unos segundos conmocionado.

“Como me imaginaba… – continuaba Mesa – Sigues siendo muy débil”.

“Grrr… – el caballero levantó la cabeza del suelo. Sangraba por la parte derecha de la boca y tenía parte de la cara llena de tierra – ¡Ha sido mala suerte! ¡A la próxima te vas a enterar!”

“Parece que no aprendes… Pero el deber de un buen profesor es continuar transmitiendo sus enseñanzas al alumno, porque la vida sin la enseñanza no es más que un desierto”.

Fidel se levantó rápidamente y corrió de nuevo al ataque, esta vez portando su espada. Alzó la hoja hacia arriba y trató de asestar un espadazo al cuello de su oponente. Sin embargo, Mesa detuvo el ataque agarrando el filo de la espada con sus propias manos, sin ningún esfuerzo aparente.

“Vamos, sigue intentándolo – le decía mientras le miraba fijamente a los ojos, mientras contemplaba su cara de esfuerzo, tratando de aplicar más fuerza en su espada para, al menos, conseguir cortarle en la mano – Este combate es el oasis que tanto necesitaba el desierto de tu ignorancia. Hoy aprenderás que no tienes nada que hacer contra mí, sin importar cuanto te esfuerces. Será la lección más importante de tu vida, y la última. El fuerte siempre prevalece frente al débil”.

Con la otra mano, volvió a golpear a Fidel, esta vez en el estómago. Su cuerpo volvió a salir disparado, ahora hasta el extremo del claro en el combatían, donde se estrelló contra el tronco de un árbol y rebotó contra el suelo. Su espada había quedado en poder de Mesa, quien seguía sosteniéndola por el filo.

“Disculpa, no pretendía arrebatarte tu espada. Toma, te la devuelvo”.

Mesa lanzó la espada del caballero contra él. Debido al golpe, Fidel no había podido hacer caso a las palabras de su adversario. Apenas escuchó un murmullo, levantó la mirada suavemente y la hoja de su espada se clavó en la tierra delante de sus ojos, a escasos centímetros de su cabeza.

Fidel se levantó lentamente. No estaba herido, pero el dolor del último golpe todavía no había desaparecido. Utilizó la espada como apoyo para ponerse en pie, y volvió a mirar a su objetivo, el cual se mantenía firme e inamovible.

“Tienes razón en lo que dices, el fuerte siempre prevalece sobre el débil. La naturaleza siempre funciona de esa forma. Hay gobernantes en los cielos, señores de los océanos y emperadores de la tierra. Sin importar qué mundo sea, siempre hay un rey al cual le pertenece. Pero incluso el león, el rey de las bestias, no puede volar ni nadar, ni mucho menos atacar a los animales que están bajo tierra, como el topo. Es decir, que una vez el topo está bajo tierra, puede incluso vencer a un león”.

Dicho aquello, Fidel dio un puñetazo al suelo con mucha fuerza. La tierra se levantó a su alrededor, y quedó rodeado de rocas y tierra, sin que su adversario pudiera verle.

“¿Huyes? Me decepcionas, caballero…”

Mesa tomó la iniciativa y avanzó hasta donde se escondía el caballero, rompiendo la pared de tierra que lo cubría de una patada. Sin embargo, él ya no estaba allí. Lo único que había era un agujero sin fondo.

“Me ha engañado…”

El brazo del Fidel emergió del suelo, agarró con fuerza la pierna de Mesa y le arrastró hasta el subsuelo para golpearle bajo tierra, moviéndose a gran velocidad de un lado a otro, tal y como había hecho con Arturo. Consiguió alcanzar a Mesa con sus ataques en un par de ocasiones, debido al factor sorpresa, pero para cuando venía a darle la tercera, Mesa salió volando aprovechando el agujero por el que le habían metido, y el ataque de Fidel pasó de largo.

“Serás… – dijo cabreado al ver su aspecto – ¡Me has manchado el traje!”

Mesa se quedó en el aire, esperando a que el caballero de la tierra saliera para enfrentarle, pero eso no ocurrió. Fidel sabía que bajo tierra estaba en una posición de ventaja, y no estaba dispuesto a renunciar a ella, mientras que Mesa sabía que en el aire estaba a salvo, o al menos eso pensaba.

Un montón de minerales afilados comenzaron a surgir del subsuelo, directos a Mesa, que decidió no evitarlos, sino destruirlos a golpes para imponer su poder. Al cabo de varios minutos, la ráfaga de piedras continuaba y no parecía tener intención de cesar, por lo que Mesa se hartó de hacer tanto ejercicio.

“Se acabó – usó el Shunkanido para teletransportarse fuera de la trayectoria de los minerales, y al reaparecer, había cargado una bola de energía en la palma de su mano - ¡¡Big Bang Attack!!”

Disparó la bola de energía, que entró por el agujero por el que había salido Mesa, y un instante después, estalló en el interior de la tierra. Al encontrarse en el subsuelo, la onda expansiva de la explosión no pudo liberarse, provocando un desastre mucho mayor de lo normal. La tierra hizo rebotar la onda expansiva, multiplicando los efectos de destrucción, y originando un, aunque corto, intenso terremoto que llegó incluso a sacudir levemente el castillo de la Fiera Deidad. La superficie de la tierra se agrietó para dejar salir parte de la energía liberada, ahora en forma de fuego y haces de luz. Por último, el grito del caballero de la tierra apenas pudo escucharse durante un instante, antes de ser tragado por el estruendo de la explosión.

“Una serpiente que se arrastra por suelo y sueña con volar, será devorada por las garras del halcón”.

Tal agitamiento llamó la atención del castillo. Una figura se asomó a la ventana más alta de la fortaleza y le hizo una seña a Mesa, para después perderse entre los muros de piedra del lugar.

“Entendido… De todas formas no creo que haya sobrevivido. El derrumbamiento interno ha debido aplastarle y seguro que ha muerto por la presión. Voy a tener que mancharme otra vez para encontrar su cadáver si quiero llevárselo a Blackron”.

Descendió hasta el suelo, ahora agrietado completamente, y comenzó a buscar el cuerpo del caballero entre los surcos de tierra. Por suerte para él, la mano del caballero volvió a emerger del subsuelo, pero esta vez alejada de su objetivo y con intenciones muy distintas.

“Increíble… Admiro tu resistencia, caballero – le decía mientras continuaba viéndole salir del interior de la tierra, muy lentamente, herido en la cabeza y en varias extremidades, pero con la moral a la misma altura – Estoy seguro que ningún otro caballero habría aguantado mi Big Bang Attack bajo esas condiciones de presión. No creo que hubieran muerto, pero desde luego, no serían capaces de permanecer conscientes”.

El caballero ya había terminado de salir, pero faltaba su espada. Volvió a meter la mano por el agujero por el que había salido y su hoja apareció, toda llena de tierra. Fidel la sacudió un poco, y acto seguido volvió a empuñarla, apuntando a su objetivo.

“¿No pensarías que podría matarme mi propio elemento?"

“¿Quieres continuar? Lo siento pero me han dicho desde arriba, nunca mejor dicho, que termine con esto ya. El último ataque fue demasiado poderoso y afectó a la estabilidad del castillo. Si seguimos así podría derrumbarse”.

“¿Intentas usar el castillo como excusa para huir del combate?” le preguntó Fidel con una leve sonrisa en la boca.

“Jeje, seguro que eso te ha funcionado para provocar a mucha gente, ¿verdad? Tan sólo quería un cambio de emplazamiento, pero está bien. Veo que la inteligencia te persigue pero tú eres más rápido”.

Mesa se lanzó al ataque, dispuesto a acabar el combate rápido para no poner más en peligro el castillo. Fidel tocó el suelo con la palma de su mano, y una barrera de tierra apareció en el camino de su adversario.

“¡Pierdes el tiempo! – exclamó Mesa – ¡Esas patéticas técnicas no podrá siquiera frenar mi ataque!”

Mesa alzó la pierna, y su brillante zapato, aunque ahora lleno de polvo y tierra, se hizo paso destruyendo la barrera sin ralentizar su avance. Mesa esperaba que Fidel hubiera tratado de huir, o de esconderse para atacarle desde algún ángulo concreto. Sin embargo, para su sorpresa, se lo encontró de frente, espada en mano. Al encontrarse de nuevo, el caballero dio un fuerte grito a la vez que comenzaba a bajar la espada para atacar a su objetivo.

Mesa no tenía tiempo para hacer un contrataque, ya había retirado la pierna con la que había destruido la barrera de piedra y ahora avanzaba de cabeza contra Fidel, que estaba cada vez más cerca, así que no se lo pensó dos veces, utilizó su frente para asestar un potente cabezazo al caballero.

Las dos frentes chocaron, y también las dos frentes se abrieron una herida mutuamente. A pesar de que había sido Mesa el que había realizado el golpe no sufrió menos daño, pero le daba igual, con tal de echar atrás la ofensiva del caballero.

Sonreía, pero no le duró mucho. A pesar de que le había golpeado tan fuerte como pudo, en esta ocasión no consiguió rechazarle, sus frentes seguían pegadas, y además podía ver como la espada continuaba descendiendo rápidamente, quedando muy cerca de su cuerpo.

No tuvo opción, Mesa tomó el camino de la prudencia y se retiró unos metros hacia atrás lo más rápido que pudo, pero no fue capaz de evitar que el corte del caballero de la tierra le alcanzara levemente en el hombro.

“Su defensa se ha manifestado cuando lo más necesitaba – analizaba lo que acababa de ocurrir – Ha despertado su  habilidad defensa crítica. No lo ha hecho a propósito, pero ha sido muy peligroso cada vez podría ser más difícil tumbarle. Si no acabo rápido, esto podría tomarme más tiempo del que debería”.

“Es extraño…”

“¿Se habrá dado cuenta?” pensó Mesa al escucharle.

“Esto es muy raro… – dijo el caballero – Desde hace un rato no siento la presión ésa que decían que era por vuestra energía, ¿sabes lo que te digo?  Eso que hacía que sintiera que mi cuerpo pesara más y no aguantara mucho tiempo volando… Seguro que es que me he hecho más fuerte y ya ni lo noto”.

“No… Definitivamente no se ha dado cuenta en absoluto – pensó y después se puso a hablar con él –  ¿No te explicaron todos los efectos? ¿O es que creían que deberías haberte dado cuenta tú mismo y por eso no te dijeron nada? Bueno da igual, te lo explicaré yo, como el gran profesor que soy.

Efectivamente, cuando una energía muy intensa domina un área, las personas con una energía menor, pero con nivel suficiente como para percibirla, se ven abrumadas por ese poder y sienten esa presión de la que hablas. Sin embargo, esa presión desaparece cuando una fuerza más o menos equivalente entra en la misma zona. Ahora mismo, Blackron y el caballero del rayo, Jezabel y el caballero del hielo y Lardo y el caballero de la rosa, al igual que tú y yo, se encuentran combatiendo por parejas en lugares diferentes de esta isla, y por eso la presión ha desaparecido. No es cosa tuya que puedas moverte con libertad, el resto también pueden hacerlo”.

¿O sea que soy tan fuerte como tú? ¡Qué bien! ¡Casi es mejor esto que lo que yo pensaba!” sonreía alegremente.

“No te pongas contento tan rápido. La presión ha desaparecido porque el conjunto de las energías es similar, pero en cada pareja sigue habiendo variaciones, una de ellas es la diferencia abrumadora que existe entre tú y yo, pero puedo decir sin ningún problema que dos de tus amigos tienen una energía superior a sus adversarios, aunque uno de ellos no la haya mostrado abiertamente”.

“No… Sí que la ha mostrado… – el caballero de la tierra sabía perfectamente a quien se refería Mesa. Recordaba perfectamente el incidente de la Torre de Madera de Azeroth, y ese recuerdo le bajó los ánimos mucho más que todos los golpes que había recibido de Mesa durante el combate – Me la ha mostrado a mí…”

La sangre de la reciente herida de su cabeza caía a través de sus mejillas como si fueran lágrimas. Lágrimas de su corazón por darse cuenta una vez más de que a pesar de todo su esfuerzo la diferencia de poder tanto con sus amigos como con sus enemigos seguía siendo abismal.

“¡No! – Trató de convencerse a sí mismo – ¡Yo he vencido a Arturo, el caballero del fuego, el más poderoso de todos, para llegar hasta aquí! ¡Y ahora es el turno de que acabe contigo!”

Sin embargo, decir esas palabras no resultó eficaz, porque él mismo sabía la forma en la que había ganado a Arturo. Una victoria es una victoria, sí, pero la verdadera pregunta era donde estaba la línea que separaba la importancia de la victoria de los medios por los que se había obtenido.

“Está dudando… De esta forma no podrá activar su defensa crítica, ¡es mi oportunidad!”

Se lanzó contra Fidel a toda velocidad. El caballero se dio cuenta de que su adversario se le venía encima, pero reaccionó muy lento y apenas fue capaz de ponerse en guardia. Sin mucha dificultad, Mesa le rompió la guardia de un puñetazo. Los brazos del caballero fueron rechazados hacia atrás y su torso quedó al descubierto y desprotegido.

“Se acabó el juego, caballero – extendió el brazo hasta casi posar su mano en el pecho del caballero, y una vez más, una bola de energía amarilla apareció delante de la palma de la mano de Mesa – A partir de ahora vivirás dentro del caballero negro, ¡¡Big Bang Attack!!”

Disparó la bola de energía, y ésta arrastró el cuerpo de Fidel en línea recta, volando a ras de suelo, en dirección opuesta al castillo de la Fiera Deidad. El cuerpo voló hasta el final del claro, donde empezaba el bosque. Continuó avanzando, llevándose varios árboles por delante, hasta que chocó contra una enorme roca que resistió el impacto de la espalda del caballero, e instantáneamente el Big Bang Attack estalló tras un fuerte destello.

La explosión arrasó parte del bosque, y la onda expansiva arrancó varios árboles de cuajo y los llevó volando hasta el claro donde se encontraba Mesa, ahora ya solo. Se formó una cúpula de energía que consumió todo lo que estaba en su interior, y al desvanecerse, el bosque había pasado a ser un yermo.

Mesa esperó a todo se calmara, y una vez llegado el momento, caminó en busca del caballero. Lo encontró en el epicentro de la explosión, tirado en el suelo, con hilos de humo saliendo de varias partes de su cuerpo, respirando con dificultad, pero todavía consciente y con aparentes intenciones de continuar.

“Ha recibido por segunda vez el Big Bang Attack pero todavía permanece consciente…”

“Jejeje…” Fidel comenzó a reír él solo, sin un motivo aparente.

“Está delirando… – pensó – Pero su elevada resistencia sigue siendo muy peligrosa”.

“Todos tenían razón… A pesar de todo mi entrenamiento, sigo sin ser capaz de vencerte… No ha cambiado nada…”

“Me alegro de que a través de este combate hayas conseguido ver la luz. Mi trabajo como profesor ha terminado. No obstante, ya es demasiado tarde para ti, y ahora debes morir para convertirte en parte del Caballero Negro”.

>>“Si recibes daño, puedes dormir, pero si haces daño, no podrás dormir – El caballero de la tierra recordaba todas aquellas frases de advertencia que le había transmitido su compañero – Es cierto que eres es más débil – Mientras recordaba aquella palabras, Mesa percibió un cambio en la energía del caballero – Convencerte no sirve de nada, así que voy a detenerte con mis propias manos”.

“Esto… Esto es como aquella vez…”

El caballero de la tierra continuaba haciendo memoria. Estar tirado en el suelo, boca arriba, exhausto, y sin haber siquiera podido hacer frente a su adversario en igualdad de condiciones, fue un reflejo de una parte de su entrenamiento.

>>Acababa de caer la noche. Fidel había pasado una dura sesión de entrenamiento y se encontraba tirado en el suelo, mientras Shawn espetaba sardinas en la hoguera.

>>“Eres más fuerte que Mireia; sin embargo, sigues sin ser capaz de vencerla”.

>>“Sólo ha sido… Mala suerte” susurró entre jadeos.

>>“No ha sido para nada una cuestión de suerte. Como no haces un buen uso de tus poderes, ella consigue que se vuelvan contra ti con su Eijuuken. Puede que consiguieras tocarla para que te trajera hasta aquí, pero es un rival prácticamente imposible de derrotar para alguien como tú, temperamental y fácil de provocar. Recuerda que el caballero del hielo siempre ha conseguido vencerla con facilidad, precisamente porque tiene un gran control no sólo sobre sus propios poderes, sino también sobre sí mismo”.

>>“Bueno, tampoco es que tenga mucho interés en derrotarla a ella precisamente”.

>>“No he terminado. Tampoco eres capaz de vencerme a mí, aunque es cierto que ya soportas muy bien mis golpes, eso significa que, como caballero de la tierra que eres, tu característica que más se desarrolla es la resistencia, pero sólo con eso no conseguirás nada. Sigues sin tener ninguna oportunidad contra mí, y mucho menos, contra Mesa”.

>>“¿Tú también? Empiezas a hablar como Arturo y los demás. Si vas a tocarte los huevos, no te preocupes, me voy ahora mismo, ¡iré a por Mesa aunque tenga que hacerlo solo!”

>>“De nuevo, tu imprudencia te traiciona. Yo soy he hablado acerca de la realidad actual, pero no he dicho nada de que no fuera a ayudarte”.

>>“Entonces, ¿crees que existe una manera?” Fidel levantó el tronco y se incorporó activamente a la conversación.

>>“Está claro que con un entrenamiento normal, tu resistencia continuará aumentando en detrimento de tu capacidad de ataque, así es tu metabolismo, y eso no podemos cambiarlo. Por tanto, tendríamos que modificar tu capacidad de ataque de una forma irregular. Con eso, no es que pueda asegurarte la victoria, pero sí que tendrías alguna posibilidad”.

>>“¡Perfecto! – Sonrió lleno de esperanza – ¿Qué tengo que hacer?”

>>“Antes de eso, debo advertirte que si decides aprender esta habilidad, has de saber que tiene un coste muy alto para tu cuerpo, y que a pesar de que puede serte de utilidad en el combate contra Mesa, puede acarrearte serias consecuencias de cara al futuro”.

>>“Si no derroto a Mesa, no tendré futuro… ¡Lo haré! No me importa lo que pase”.

>>Shawn miró los ojos del caballero. Estaba decidido, pero no como una persona que elige su camino mediante sus sueños y su ilusión, sino como alguien movido por la tristeza y la desesperación que no tiene otro remedio. Shawn asintió con la cabeza, y una repentina ráfaga de viento irrumpió en la isla, hasta que la hoguera se apagó y los dos quedaron sumidos en la profunda oscuridad.

“Lo siento Arturo… Tal vez debías ganar ese combate, pero ahora ya no hay vuelta atrás… Tengo que ir hasta el final…”

“¿Qué ocurre? – Pensó Mesa – Su energía está empezando a aumentar sin motivo aparente…”

El caballero de la tierra comenzó a levantarse. A cada segundo que pasaba, su energía continuaba aumentando. Cuando se puso totalmente de pie, un aura roja muy intensa lo envolvía completamente.


“Es la hora… ¡Del cambio de ciclo!” exclamó el caballero.


Curiosidades!!!


El Big Bang Attack es el ataque más poderoso de Vegeta.


Una serpiente que se arrastra por suelo y sueña con volar, será devorada por las garras del halcón es una frase que le dice Sasuke a Orochimaru, en la serie Naruto, antes de derrotarle, pues como se ve en la imagen, cuando se transforman, estos personajes representan a estos dos animales.


El fuerte siempre prevalece sobre el débil Esta idea era el lema de Makoto Shishio, uno de los antagonistas de Rurouni Kenshin


Veo que la inteligencia te persigue pero tú eres más rápido es una frase de Drippy, del videojuego Ni no Kuni y la Ira de la Bruja Blanca.

Como el gran profesor que soy es una frase habitual de Onizuka, protagonista de GTO, personaje que guarda muchas similitudes con Mesa a pesar de no estar basado en él.


Azeroth es el nombre de la tierra del videojuego Warcraft 2, y los nombres de los clanes de Más Allá de Los Caballeros, el clan Bleeding Hollow, ShadowMoon y StormReaver también son sacados de este juego.


Si recibes daño, puedes dormir, pero si haces daño, no podrás dormir es una famosa frase de Full Metal Alchemist que tiene especial relevancia en el personaje Scar.


El Castillo de la Fiera Deidad debe su nombre a la forma que adopta Link en The Legend of Zelda Majoras Mask al ponerse la máscara del mismo nombre.

Y bueno, algunas de las otras frases también son sacadas de algún lado, pero estaban en el borrador de Fidel vs Mesa desde hace años y ahora no recuerdo de donde eran :p

1 comentarios:

Jon dijo...

Bueno por fin lo he leído, porque efectivamente no había comentario por eso. Muy muy interesante este capítulo, aunque quizás es una versión de Mesa un poco light, todo lo demás perfecto.

Lo único que podía hacer era confiar en que su entrenamiento y fuera suficiente (entrenamiento fuera)
Su cuerpo volvió a salir disparado, ahora hasta el extremo del claro en el combatían,(en el que combatían)
“Su defensa se ha manifestado cuando lo más necesitaba (cuando más lo necesitaba)
Mesa esperó a todo se calmara,(a que todo)
Es cierto que eres es más débil (el más débil)
Yo soy he hablado acerca de la realidad actual,(yo solo he hablado)

Un saludo a todos